
¿Usted le cree a Soberanes?
Submitted by nadezhda on Mar, 05/01/2007 - 21:59
EL Mañana de Reynosa
Plaza Pública
Por Miguel A. Granados Chapa.-
Yo tampoco. Porque es claro que a veces miente y en otras sospecho que lo hace. Como en el caso de la señora Ernestina Ascensio Rosario, probablemente asesinada, en que la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que preside el doctor José Luis Soberanes, ha adoptado una línea de investigación que permita exonerar a priori a miembros del Ejército, inicialmente señalados como presuntos responsables del ataque sexual a la anciana de habla náhuatl, que moriría a causa de esa agresión.
El primero en establecer como médica y no mecánica la causa de la muerte de la señora, que pastoreaba sus animales la tarde del domingo en que fue agredida, (o en que, para compartir esa absurda tesis, comenzó su agonía), fue el presidente Calderón, quien espontáneamente, sin pregunta expresa, en una entrevista para festejar sus cien días de Gobierno dictaminó sobre el caso. Dijo textualmente el 12 de marzo, a La Jornada, que la CNDH intervino y lo que resultó de la necropsia fue que falleció de gastritis crónica no atendidá, y agregó contundente no hay rastros de que haya sido violad Soberanes y la Comisión han negado haber informado a Calderón, antes que a nadie -porque la CNDH sólo emitió un boletín sobre el caso el 14 de marzo- sobre el resultado de la segunda necropsia, practicada el viernes 9 de marzo (en cuyo documento, por cierto, se lee sin lugar a dudas que la causa de la muerte fue mecánica, no médica). Ha sugerido que personal militar presente en la exhumación pudo haber sido la fuente de la información presidencial. Que no es así, lo indica no sólo la mención expresa de Calderón a la CNDH sino el silencio de la autoridad militar (el general secretario de la Defensa, Guillermo Galván Galván, pudo haberlo dicho a los diputados en su comparecencia del jueves pasado), que no tendría empacho en reconocer que había ofrecido tal información a su jefe Supremo.
Refuerza la hipótesis de que Soberanes miente sobre la filtración indebida de información a los afectados, la incidencia del diputado panista, general retirado, Jorge González, que el 28 de marzo blandió ante reporteros un documento de la CNDH, donde se desarrolló el esbozo iniciado el 14 anterior, que sólo se publicaría al día siguiente, 29 de marzo, con esa fecha.
El descrédito de la palabra de Soberanes, creció por un hecho en torno al informe de la CNDH sobre Oaxaca, presentado ante diputados el 15 de marzo anterior. Explícitamente la reportera Marcela Turati preguntó a Soberanes, si había hecho conocer ese documento a Gobernación antes de su comparecencia Legislativa. El ombudsman lo negó enfáticamente: No, no, no... Nosotros no lo presentamos a Gobernación ni mucho menos. Sería suicida, ¿no? (Excélsior, 26 de abril).
Pero ocurre que sí lo entregó, y hay constancia documental inequívoca a propósito. Se trata de una carta escrita en el papel membretado de Francisco Ramírez Acuña, secretario de Gobernación, signada por él y fechada el 6 de marzo, cuyo breve texto es elocuentísimo. El destinatario es el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna. Las seis líneas de la carta dicen así, mayúsculas respetadas:
El de hoy (sic, pues falta la palabra día), recibí el Informe Especial sobre los Acontecimientos de Oaxaca, que la Comisión Nacional de Derechos Humanos presentará ante las Comisiones del Congreso de la Unión, el próximo día 15.
El compromiso que asumimos con el presidente de la Comisión, fue hacerle llegar nuestras observaciones y opiniones en un término de 72 Hrs, por lo que le solicito atentamente los comentarios que el referido informe le merezca, a la brevedad posible
Podría haber ocurrido que la primera línea del primer párrafo de la carta (recibí el Informe especial...) reflejará sólo una situación de hecho, resultante de que un informante de Gobernación obtuviera un ejemplar del documento citado. Pero la primera línea del segundo párrafo de la carta, desnuda al informante sin lugar a dudas: Soberanes entregó a Ramírez Acuña el informe, no sólo para su conocimiento sino invitándolo a participar con observaciones en su configuración final, con la condición de que eso ocurriera en las 72 horas siguientes al recibo del documento en Bucareli.
Simple y llanamente, Soberanes mintió en ese caso. No disponemos aún de constancias documentales de que lo haga en otros, especialmente en el de la señora Ascensio Rosario. Es probable que la intervención de la CNDH en ese asunto, no haya sido tan espontánea como sugiere el que la ejerza de oficio, sino por pedido de alguna Autoridad Federal, porque parte de la misma fecha en que la Procuraduría Militar iniciaba una averiguación previa que carecía de sentido de no ser porque algunos elementos del Ejército, estaban involucrados en el momento inicial de la ventilación del caso.
Insistir en la evidencia (admitida en comunicados de la Sedena) de que hubo ataque sexual y probable participación de soldados es considerado en algunos medios de comunicación, como terquedad que obedece a prejuicios o intereses. Y ha sido pretexto para torpes descalificaciones como la que pretendió Carlos Marín respecto de Carmen Aristegui, la más inteligente y acuciosa informadora de medios electrónicos. Pensé de pronto en la fábula del sapo y la luciérnaga en que ésta, sorprendida, pregunta al batracio, por qué la aplasta y desde su rencor el agresor pregunta a su vez: ¿Por qué brillas?. Pero es una mala comparación porque en la vida real la luciérnaga sigue iluminando y el sapo se queda sapo. 30/04/2007