
Más sobre la tala ilegal
Submitted by nadezhda on Vie, 05/18/2007 - 06:41
Libro para rescatar sus raíces
El coautor, indígena otomí, espera que la obra sirva para ayudar a su etnia
Ricardo Rojas Rodríguez/Cambio de Michoacán
Miércoles 16 de Mayo de 2007
A los indígenas ñañús (otomíes), las autoridades no nos escuchan, les pedimos apoyo, les decimos que necesitamos ayuda para combatir el crimen y problemas como la tala ilegal, y no hay respuesta.
Esa es la percepción que desde su punto de vista indígena, tiene Abel Martínez, quien participó como coautor del libro Estudio de Ziráhuato. Su participación en la elaboración del documento, dijo, tiene dos razones.
Una, demostrar que los otomíes pueden hacerlo. Dos, para que las autoridades conozcan sus problemas, sus rezagos, y los ayuden; es decir, espera que el libro sirva para que los tomen en serio.
«No tenemos agua potable; siempre se los decimos a los candidatos, a los políticos y a las autoridades, pero no nos hacen caso ». Lo mismo ocurre, dice, con los bosques de la comunidad, que poco a poco se terminan, a manos de talamontes.
El oponerse al corte ilegal de árboles sólo les trae problemas y violencia a los otomíes, quienes son agredidos por los grupos organizados de rapamontes. Y las autoridades no los escuchan; cuando se detiene a alguna persona, rápidamente se le pone en libertad.
Y de ahí se deriva otro de los graves problemas que padecen los otomíes, la inseguridad. «Hay muchos crímenes que no son resueltos ». Les hace falta la presencia de la policía y mayor vigilancia.
Las autoridades no ven a las trece tenencias que conforman el municipio. «Sólo atienden a ciertas personas ». Mucho menos escuchan a las comunidades indígenas, expresa Abel Martínez.
En el caso de los habitantes de Ziráhuato, una de sus principales inquietudes es tener una escuela de otomí para rescatar el idioma que está a punto de desaparecer. El que su lengua no muera, expresa Martínez, es un sueño.