Vuelve la violencia a Oaxaca; se enfrentan appistas y policí­as

De la Jornada en lí­nea del 17 de julio de 2007
* La refriega deja 40 personas heridas de ambos bandos; dos fueron reportadas graves
* Se impide a manifestantes realizar la Guelaguetza Popular; varios vehí­culos fueron incendiados

OCTAVIO VELEZ ASCENCIO

FOTO Blanca Hernández
Dos momentos del violento choque en las inmediaciones del cerro del Fortí­n, sede de la fiesta de la Guelaguetza Foto: Reuters

Oaxaca, Oax., 16 de julio. Durante más de tres horas, miembros y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se enfrentaron con policí­as municipales y estatales; el violento choque dejó por lo menos 40 personas heridas de ambos bandos (15 de ellas agentes policiacos), dos de gravedad, y 60 detenidos.

En la refriega, los appistas secuestraron seis autobuses del servicio urbano de pasaje, para utilizarlos como escudo, y posteriormente les prendieron fuego. Asimismo, cinco vehí­culos particulares y una pipa también fueron incendiados.

La trifulca se originó cuando una manifestación de alrededor de 10 mil integrantes y seguidores de la APPO, junto con algunas delegaciones participantes de la Guelaguetza Popular, pretendí­an llegar al auditorio del cerro del Fortí­n.

Los elementos policiacos que se encontraban en las inmediaciones del lugar les impidieron el paso y lanzaron gases lacrimógenos para intentar disolver la protesta. Por su parte, los manifestantes respondieron arrojando piedras y en ese momento dio inicio el enfrentamiento.

Los simpatizantes de la Asamblea Popular salieron en marcha, tanto del zócalo como de la Plaza de la Danza, rumbo al auditorio del cerro del Fortí­n para solicitar a las autoridades estatales ingresar y realizar en ese sitio su presentación, ante el insuficiente espacio en la mencionada plaza, donde se habí­a programado.

Sin embargo, el contingente appista se detuvo a unos dos kilómetros del auditorio, en la calzada Héroes de Chapultepec, al toparse con un retén instalado por cientos de policí­as preventivos, auxiliares y municipales de Oaxaca de Juárez.

Los inconformes integraron una comisión en la que se encontraba Alma Delia Santiago, secretaria técnica de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), para solicitar el paso a los policí­as, pero no hubo contestación de éstos.

Otros marchistas requirieron lo mismo al coordinador general de Seguridad Pública, Vialidad y Tránsito Municipal, Aristeo López Martí­nez, mientras fotógrafos y camarógrafos de la corporación ''fichaban'' a los manifestantes, quienes reclamaron el hecho y en respuesta fueron golpeados con los escudos y toletes que portaban los demás agentes policiacos.

Los integrantes y simpatizantes de la APPO respondieron lanzando botellas con agua y piedras, aunque uno de ellos, quien traí­a una rueda catarina (artefacto explosivo usado en las fiestas populares), la encendió y arrojó a los policí­as, quienes lanzaron gases lacrimógenos dando inicio a una trifulca que se extendió por varias calles.

El choque alcanzó a un hotel de cuatro estrellas que recibió gases lacrimógenos y piedras lanzadas por los uniformados, porque supuestamente ahí­ se encontraban varios de los manifestantes. A unas cuantas calles de la Plaza de la Danza, donde finalmente se presentó la Guelaguetza Popular, también hubo refriega.

Escudos

Varios autobuses del servicio urbano de pasaje fueron secuestrados por seguidores de la APPO para utilizarlos como escudo ante la arremetida policial; después fueron incendiados. Además, a vehí­culos particulares y una pipa cargada con agua también les prendieron fuego.

Un autotanque del Cuerpo de Bomberos que llegó a apagar las llamas en autobuses y demás vehí­culos también fue retenido por los manifestantes. Los seguidores de la APPO prendieron fuego a la bomba del vehí­culo y repelieron con chorros de agua el avance de los agentes de la policí­a.

Durante el enfrentamiento, los uniformados agredieron a los fotógrafos Luis Cruz y Jorge Luis Plata, de los diarios Milenio y Reforma, respectivamente, así­ como a Carlos Román Velasco, del diario local Noticias.

Asimismo fueron agredidos Humberto Cruz, conductor de un noticiero de radio local, y el reportero y el camarógrafo de Canal 9, propiedad del gobierno de Oaxaca, Roberto Velásquez y Abelardo Garcí­a.

Después de más de tres horas, los elementos policiacos avanzaron hacia los manifestantes dispersándolos por varias calles, aunque detuvieron a muchos, entre éstos profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Hombres vestidos de civil a bordo de camionetas sin placas y motocicletas participaron también en las aprehensiones.

Los detenidos fueron golpeados, vendados de los ojos, se les cortó el cabello y después fueron trasladados a diferentes penales. Al menos dos personas resultaron heridas de gravedad y debieron ser internadas en hospitales: Emeterio Merino Cruz y Raymundo Torres Velasco, simpatizantes de la Asamblea Popular; el segundo presenta estallamiento de ví­sceras y fracturas múltiples en el cráneo.

En un comunicado, el gobierno estatal informó que los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público del fuero común, acusados de daños, lesiones, robo especí­fico y ataques a las ví­as generales de comunicación, ''más los que resulten''.

El portavoz de la APPO, Florentino López Martí­nez, culpó de la violencia al gobernador Ulises Ruiz Ortiz, porque, dijo, la manifestación ''fue totalmente pací­fica''.

También responsabilizó al presidente Felipe Calderón por la participación del Ejército, la Policí­a Federal Preventiva y la Agencia Federal de Investigación en el llamado operativo Guelaguetza 2007.

Dijo que la marcha hacia el auditorio del cerro del Fortí­n se realizó sólo ''para evidenciar el estado de sitio y de represión'' en Oaxaca, ''no para tomar'' el mencionado espacio.

Por su parte, el secretario de Protección Ciudadana, Sergio Segreste Rí­os, atribuyó el inicio del enfrentamiento a la APPO. ''Estábamos conteniéndolos (a los manifestantes) cuando hubo una agresión directa hacia nosotros y tuvimos que repelerla'', señaló.

Mencionó que la policí­a no permitió el paso a los appistas al Fortí­n para presentar la Guelaguetza Popular, ''por no estar autorizado el uso a ningún grupo''.

A su vez, el secretario de Organización de la sección 22 del SNTE, Ezequiel Rosales, condenó lo sucedido y se deslindó de los ''actos porriles de provocadores para generar corrientes adversas al movimiento''.

A pesar de ello, el dirigente subrayó que el movimiento magisterial y popular realizará concentraciones masivas los próximos 21, 22 y 23 de julio, así­ como los dí­as 28, 29 y 30, para boicotear la Guelaguetza organizada por la administración estatal. Por la noche, elementos del Ejército y policí­as federales y estatales comenzaron un patrullaje por las calles de la capital oaxaqueña.

Empresarios del sector turí­stico de Oaxaca pidieron a las autoridades la aplicación de la ley en contra de quienes intentaron ingresar al Auditorio Guelaguetza. En conferencia de prensa, el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles, Sergio Bello, dijo que el enfrentamiento significa ''un tiro de gracia" en contra del sector turí­stico de la entidad.

(Con información de Notimex)