EZLN y EPR, caminos opuestos

Fuente:Revista Proceso en lí­nea

Isaí­n mandujano

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 13 de agosto (apro).- Con la intervención armada del pasado 28 de julio en la cárcel distrital en construcción de Chiapa de Corzo, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) rompió la tregua que mantení­a con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y, al mismo tiempo, marcó el distanciamiento entre ambos grupos armados, afirma el coordinador del Centro de Documentación y Estudios de los Movimientos Armados en América Latina (CEDEMA), Jorge Lofredo.

Sostiene que el ataque a la prisión, cuya acción fue reivindicada por los eperristas, sólo demuestra que Chiapas dejó de ser ya territorio exclusivo de los zapatistasá y refuerza la profunda división que existe entre el EPR y el EZLN.

En entrevista, el investigador de los movimientos armados en México señala que, al menos desde 1996, la relación entre el EZLN, a través del subcomandante Marcos, y el EPR ha sido distante y divergente.

Dice que el origen de tal distanciamiento fue por la irrupción del EPR justo cuando el EZLN mantení­a conversaciones con el gobierno en San Cristóbal de las Casas. Asegura que la abrupta aparición del EPR en la escena pública, trastocó el sentido de las negociaciones.

El EZLN consideró eso como una provocación, como una acción que atentó contra esas pláticas. Por eso, el EPR ha sido cuestionado y estigmatizado desde su nacimientoá, redondea.

Lofredo no olvida tampoco aquel incidente de agosto 1996, cuando el EPR realizó un operativo propagandí­stico, al colocar mantas en los tramos carreteros de Tuxtla-San Cristóbal y San Cristóbal-Ocosingo.

Refiere que en ese entonces, el subcomandante Marcos criticó duramente al EPR por ese hecho.

En un comunicado difundido el 29 de agosto de 1996, el lí­der zapatista dijo: El operativo propagandí­stico en Chiapas me pareció inútil y tonto en el mejor de los casos, y provocador en el peor. Ese acto vino a colocarse en el final de nuestra consulta interna y puso en peligro la vida y libertad de los dirigentes indí­genas que, en esos dí­as, recogí­an los resultados de la opinión de los pueblos

Además, hizo notar que los proyectos polí­ticos del EZLN y EPR eran distintos: Ustedes luchan por la toma del poder. Nosotros por democracia, libertad y justici Y rechazó el apoyo ofrecido: Sólo quiero decirles que no queremos su apoyo. No lo necesitamos, no lo buscamos, no lo queremos... Sigan ustedes su camino y déjenos seguir el nuestro. No nos salven ni nos rescaten. Cualquiera que sea nuestro destino, queremos que sea nuestro. Por nosotros no se preocupen. No los atacaremos

El subcomandante Marcos les recordó una promesa previa de que no interferirí­an en Chiapas con acciones armadas para no trastocar el diálogo entre el gobierno federal y el EZLN, pero sostuvo que con ese acto lo habí­an logrado. Sin embargo, fue el EZLN el que declaró roto el diálogo en septiembre de 1996 cuando constató que los acuerdos de febrero de ese año no se cumplirí­an.

Cuando el EZLN anunció la reorientación de sus objetivos y emprendió La otra campañá en busca de adeptos a su causa, el EPR fue el primero en reaccionar, censurando la actitud de los zapatistas por el cambio de rumbo. En un comunicado, el EPR dijo que no creí­a en el camino elegido por los zapatistas y subrayó que todaví­a habí­a cuestiones por resolver.

A pesar de disentir con el método elegido por el EZLN, el EPR declaró una tregua unilateral para evitar cualquier provocacióná, recuerda el investigador argentino.

Virtual rompimiento de la treguá

Fuera de los diferendos ideológicos que mantienen el EZLN y el EPR, la acción armada contra la prisión en construcción en Chiapa de Corzo, que fue reivindicada por el EPR el pasado 28 de julio, marcó el virtual rompimiento de la treguá y el inicio de un nuevo capí­tulo entre ambos grupos, explica Lofredo.

Y es que, desde agosto de 1996, dice, el EPR no habí­a vuelto a accionar militarmente en Chiapas o, por lo menos, no habí­a reivindicado públicamente ninguna acción armada. Señala que sólo se habí­a limitado a emitir comunicados desde la comandancia militar de zona de Chiapas, una de las reconocidas por el EPR en sus escritos.

Para el investigador, la acción en la cárcel de Chiapa de Corzo tiene una clara lectura: Chiapas no es territorio de exclusividad zapatist

Además, sostiene que la distancia entre ambas fuerzas existe y, aún más, se ha ensanchado

Según Lofredo, no debe soslayarse que EZLN ha guardado silencio sobre los dos integrantes del EPR que se encuentran desaparecidos, lo que, dice, no han hecho otros grupos.

Por esa razón, no le parece extraño que el EPR haya desatado un activismo inusitado que, de una u otra forma, ha opacado las conclusiones del Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, que se llevó a cabo la semana pasada en los Altos y la Selva Lacandona, del cual poco se supo.

Cabe preguntarse si la acción del EPR en el estado pretende comunicar una reafirmación territorial, la región del sureste mexicano, enmarcado todo ello en su campaña militar por la presentación con vida de los desaparecidosá, dice Lofredo.

Añade que debe considerarse también que su acción en Chiapas ha sido inesperada, contando con el factor sorpresa necesario, para que haya sido efectiva militar y polí­ticamente

Con base en tales antecedentes, Lofredo vaticina que la campaña eperrista se extenderá por todo el paí­s hasta que las autoridades no presenten con vida a los dos miembros del grupo desaparecidos.

A pesar de los desencuentros entre ambos grupos rebeldes, el investigador del CEDEMA dice, además, que el EPR jamás ha dejado de reconocer la importancia y la lucha que el EZLN ha librado en favor de organizaciones sociales, fundamentalmente, indí­genas.

Afirma que el EPR, cuyo antecedente inmediato fue el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP), considera que el EZLN ha sido un parteaguas en el movimiento polí­tico-social armado en México y, más aún, reconoce el innovador discurso del subcomandante Marcos.

De acuerdo con Lofredo, el EZLN también ha tenido algunos gestos con el EPR, como en la llamada marcha del color de la tierrá, cuando el subcomandante Marcos, en un discurso pronunciado en Iguala, Guerrero, solicitó permiso al EPR y otras organizaciones afines para poder transitar por sus áreas de influencia e interés

Pero esos gestos de buena vecindadá que se alargaron durante 11 años quedaron rotos el pasado 28 de julio, cuando elementos del EPR amagaron a dos veladores y balearon con cuernos de chivo la fachada principal de la cárcel distrital en construcción de Chiapa de Corzo.

Además, los presuntos eprreistas dejaron impresa su huella en las paredes: Viva el EPRá; El EPR triunfaráá; ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!á; ¡Libertad a los presos polí­ticos!

Las autoridades de Chiapa de Corzo minimizaron el incidente y lo calificaron como simples actos vandálicosá, de quienes están en contra de la construcción de la cárcel. Nunca reconocieron al EPR como autor material e intelectual del ataque.