Plaza Pública: El nuevo color de septiembre

Diario de Yucatán

Miguel Ángel Granados Chapa

Entregado el primer informe de Felipe Calderón el sábado 1 de septiembre en la apertura de sesiones del Congreso de la Unión, el mensaje que en condiciones como las prevalecientes hasta 2005 hubiera seguido a ese hecho se programó para la mañana de hoy.

No ocurrirá en la sede del Poder Legislativo, sino en el antiguo Palacio de los Virreyes. Se previó que de las 11 a las 12 horas del primer domingo de septiembre hable el Presidente. Pero en la ví­spera cabí­a la posibilidad de que su difusión por cadena nacional no fuera simultánea, sino aplazada para la tarde, una vez que concluya en Veracruz la jornada electoral. Así­ lo pidió el gobierno de Veracruz. Podrí­a contribuir a que se difiera una sugerencia de Elba Ester Gordillo, aliada en esa entidad de su antiguo partido, el PRI.

En realidad la dirigente magisterial ha desarrollado un doble juego en el proceso que culmina hoy. No se puede decir que esté con Dios y con el diablo porque es imposible establecer quién es quien. Lo que es claro es que sus lugartenientes principales tienen interés familiar en los comicios de hoy, expresados en posiciones electorales encontradas y por eso los instrumentos de Gordillo: el Issste, el Sindicato de maestros, el Panal y ella misma, despliegan una doble estrategia.

Miguel Ángel Yunes Márquez es candidato del PAN a la alcaldí­a de Boca del Rí­o, municipio conurbado con el puerto de Veracruz. Zayra Ochoa Valdivia es candidata de la Alianza Fidelidad por Veracruz, compuesta por el PRI, el Panal, el Verde y Alternativa, a encabezar el ayuntamiento de Huatusco. Aquél es hijo de Miguel Ángel Yunes Linares, director del Issste. Ésta lo es de Rafael Ochoa Guzmán, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y senador con licencia, elegido en la planilla de Nueva Alianza. La campaña de Ochoa Valdivia ha contado con el apoyo sobresaliente de maestros. La de Yunes Márquez con el activismo de su padre.

Yunes Linares viajó a Veracruz 17 veces en lo que va del año. Diez de forma oficial, para anunciar derramas de dinero a favor de la burocracia federal que trabaja en Veracruz. Se las arregló para hacer reuniones en el municipio cuya alcaldí­a busca su hijo, por lo que no es tan ní­tida la diferencia entre aquellas 10 estancias y las siete privadas que lo llevaron a Veracruz en estos ocho meses.

La contienda en Boca del Rí­o simboliza el trocamiento de papeles que caracteriza a la polí­tica veracruzana de los últimos años. Yunes Márquez era priista como su padre, y lo acompañó a su salida del PRI que en 2004 le negó una vez más la candidatura a gobernador, y se enfrenta en la elección municipal con Adrián Ávila, que era panista y ahora es sostenido por el PRI, que en ese municipio no está aliado con el Panal.

El aspirante priista fue ya alcalde cuando era miembro de Acción Nacional, del que salió entre otros motivos por oponerse a la elevada cuota de candidaturas que hace tres años solicitó Yunes Linares en pago a su conversión al panismo, cuota que incluyó una diputación local para su hijo.

Tenido durante decenios como un almácigo de votos priistas, Veracruz comenzó a perder esa condición en el sexenio 1992-1998 cuando Patricio Chirinos fue gobernador y Yunes Linares secretario de gobierno, con la ruptura encabezada por Dante Delgado, que entonces fundó Convergencia y fue llevado por ello a prisión por esos dos vengativos polí­ticos salinistas. Pero todaví­a gozó Miguel Alemán Velasco del privilegio de la hegemoní­a tricolor: fue elegido con holgura con 49% de los votos contra poco más de 27% de su opositor panista, Luis Pazos.

La Legislatura fue avasalladoramente priista, como en sus buenos tiempos: sólo tres diputados de oposición (dos del PAN, uno del PRD), nada tení­an que hacer ante los 21 del PRI. Seis años después Veracruz se pintó de azul y blanco.

En 2004, el senador Gerardo Buganza estuvo a poco de ganar la gubernatura a Fidel Herrera. Éste obtuvo 971,725 votos y aquel 936,970: apenas 35,000 votos de diferencia, 35% contra 33.7% en términos relativos. Pero la panificación veracruzana no fue sólo en la contienda por el Ejecutivo: el PAN ganó más diputados y más ayuntamientos que otros partidos. No alcanzó la mayorí­a en la Legislatura, pero sí­ integró la bancada más numerosa: 14 diputados de mayorí­a más siete de representación proporcional, en tanto que el PRI quedó con 13 más ocho y la coalición que sostuvo a Delgado (que obtuvo más de 28% de la votación) ganó tres distritos y cinco curules de representación proporcional. De los 212 ayuntamientos que estuvieron en disputa el 5 de septiembre de 2004, el PAN encabeza 88, el PRI 71 y 43 la alianza de Convergencia, PRD y PT.

Herrera ha intervenido de lleno en la contienda electoral intermedia, pretendiendo que tendrá carácter plebiscitario en que su gobierno será calificado. La jornada de hoy podrí­a padecer actos de violencia, como los ocurridos en la campaña y aun en la ví­spera, como la balacera en Paso de Ovejas que anteayer dejó varios heridos, entre ellos un panista que sufre muerte cerebral.

El lí­der estatal del PRI cohonestó la agresión atribuida a miembros de su partido, diciendo que sólo era respuesta a provocaciones panistas. Si las hubo, fueron alentadas por el lí­der nacional del PAN, Manuel Espino, que conforme un recuento hecho por el secretario de Gobierno, Reynaldo G. Escobar Pérez, habrí­a proferido expresiones como éstas: Vengo aquí­ con ganas de partirle la m... a Fidel Herrera Beltrán y a su PRIá, Que sepa Fidel que el tiro le va a salir por la culata el próximo domingo... le vamos a poner una m... en las urnasá, Después del 1 de enero de 2008 le vamos a decir al gobernador que se vaya del estado de Veracruz y que se vaya a la ch...

Espino y Escobar se encararon el domingo pasado, después de que un grupo de panistas encabezados por su lí­der nacional entró por la fuerza al Palacio de Gobierno en Jalapa. Intercambiaron acusaciones sobre la injerencia en los comicios, atribuida por el panista al gobierno local, achacada por el priista al federal, y manifestada en ambos casos por el uso con fines propagandí­sticos de la ayuda requerida por los damnificados a causa del huracán Dean En esa materia el abuso del gobierno local fue inocultable, pues hasta útiles escolares, impresos o pintados de rojo, el color asumido por el PRI fueron empleados con fines electorales.

No obstante que Herrera hizo un gran servicio a Calderón al cohonestar el diagnóstico presidencial sobre la muerte de la señora Ernestina Ascensio Rosario, contrariando la evidencia que sobre el crimen habí­a reunido su Ministerio Público, el priismo veracruzano teme que el mensaje presidencial de hoy contribuya a exacerbar los ánimos electorales ya tensos y enfrentados. Por eso la diputada Marí­a del Carmen Pinete pidió al secretario de Gobernación, en el ánimo de contribuir a un clima de civilidad y toleranciá, bloquear la señal durante el tiempo en que transcurre la elección en Veracruz

En el Zócalo mismo, a las afueras del Palacio Nacional donde será leí­do el mensaje, se podrí­an exaltar las pasiones. La Convención Nacional Democrática llamó a celebrar septiembre allí­, en el sitio de sus reuniones. Han de evitarse choques entre convencionistas y guardias del Estado Mayor Presidencial, que oscurezcan el mes de la patria.– México, D.F.