
El pacto PAN-PRD sepultó el ritual del día del presidenteá
Submitted by Juan_Maltiempo on Lun, 09/03/2007 - 07:31
Interesante reseña, que en parte explica como el Cepropie (Canal del Gobierno Federal) fue capaz de censurar el aviso de la presidencia del congreso.
También nos enteramos de las negociaciones entre chuchos y obradoristas en los que se ideo la excelente salida que encontraron para hacerle entender que aun año aun hay personas que exigimos claridad en la elección y desconocemos a la presidencia legal, pero no legitima.
Por segunda vez me he sentido representado en congreso de la unión. Ahora prepararnos para dar el otro grito ;)
Fuente: PROCESO
Jesusa cervantes* Cedió el blanquiazul al ‘entregas y te vas’ para evitarle un trago amargo a Calderón
México, D.F., 1 de septiembre (apro).- Horas antes de que el presidente Felipe Calderón ingresara por la puerta principal al palacio legislativo de San Lázaro y subiera a la tribuna a entregar su primer Informe, los coordinadores del PAN en el Senado y la Cámara de Diputados, Santiago Creel y Héctor Larios, esperaban, impacientes, la respuesta del PRD a su ofrecimiento.
En un intento por evitar que Calderón pasara un mal rato, los panistas habían ofrecido a los perredistas que el Ejecutivo federal subiría a la tribuna única y exclusivamente a entregar el Informe y de inmediato se retiraría del salón de sesiones. A cambio, les pidieron que, en ese lapso, guardaran el orden.
Encabezados por Carlos Navarrete y Javier González Garza, los perredistas llevaron la propuesta al resto de los legisladores y a la dirigencia nacional.
Desde la noche del jueves 31 de agosto, los perredistas ya habían tejido un acuerdo: que la presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, cumpliera con su deber constitucional, pero que, por ningún motivo, apareciera al lado de Calderón.
En esa misma reunión, acordaron que todos los legisladores también se retiraran del salón de plenos.
Los integrantes de la corriente Nueva Izquierda (NI) dieron su visto bueno. Todo iba bien hasta que alguien dijo que qué excusa daría Zavaleta para dejar la presidencia de la Mesa Directiva. El término que predominó fue que Calderón era un presidente ilegítimoá, el mismo adjetivo con el que lo califica Andrés Manuel López Obrador.
Luego de un rato, los legisladores de NI propusieron que Ruth adujera que no podía recibir el Informe de un presidente ilegítimo Los perredistas más conservadores comentaron que no había necesidad de tanta rudeza.
La discusión interna se alargó hasta las tres de la madrugada. Como no llegaron a ningún acuerdo, decidieron reanudar el debate en la plenaria del sábado por la mañana.
Sin embargo, la situación no cambio. La línea lopezobradorista y un sector de Nueva Izquierda insistían en que Zavaleta debía llamar a Calderón presidente ilegítimo Navarrete y González Garza zanjaron el problema al llevar a la mesa otra propuesta: que el término ilegítimoá fuera sustituido por la frase quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos
La propuesta fue aceptada por los diferentes grupos y por la dirección nacional del PRD.
Resuelto el punto, Navarrete y González Garza se reunieron con Creel y Larios para decirles que aceptaban que Calderón subiera a la tribuna y entregara su Informe sin ninguna interferencia, pero a cambio de que se obviaran los honores y los posicionamientos de los partidos.
Un punto más: que Ruth Zavaleta no estaría en la tribuna al momento en que subiera Calderón.
Apremiados por el tiempo, los panistas aceptaron.
Zanjado el conflicto, Calderón pudo ingresar sin incidentes por la puerta principal del recinto de San Lázaro, aunque con 127 curules perredistas.
El Ejecutivo federal se apegó al guión pactado: su presencia tan breve, como un spot de televisión y en ausencia de la presidenta de la Mesa Directiva, la perredista Ruth Zavaleta, quien antes de irse dirigió un mensaje político que no fue transmitido por la televisión comercial:
No puedo aceptar recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido, pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanosá, argumentó.
Zavaleta le pidió al primer vicepresidente de la mesa, el panista Cristian Castaño, asumiera la presidencia e inmediatamente después declaró un receso de quince minutos.
De los ocho partidos representados en la Cámara de Diputados sólo uno, Convergencia, decidió hacer uso de la tribuna. Dante Delgado rompió el acuerdo molesto por la disposición que contiene la nueva reforma electoral que prohíbe las coaliciones, según refirieron algunos legisladores.
La estocada final al ritual del Día del Presidenteá la aplicó Zavaleta cuando dijo que no podía recibir un documento de quien proviene de un proceso electoral legalmente concluido pero cuestionado en su legitimidad por millones de mexicanos
Los diputados panistas escucharon, azorados, pero aguantaron estoicos.
Inmediatamente después los 126 diputados del PRD y sus senadores abandonaron el recinto parlamentario y se declaró el receso para que el panista Cristian Castaño asumiera la presidencia, recibiera el documento de Felipe Calderón y anunciara que éste se analizaría durante la glosa.
Castaño recibió el documento y Calderón se encaminó hacia la salida. En ese momento se escuchó un grito desde el palco de los diputados perredistas: ¡Viva Andrés Manuel López Obrador!
El grito caló hondo en los panistas, que devolvieron: Felipe, Felipe
La ceremonia duró apenas 39 minutos.