
No pierdan el estilo
Submitted by nadezhda on Mar, 09/11/2007 - 18:37
Leonardo Curzio
10 de septiembre de 2007
¡Lamentablemente se les notó mucho! Por más intentos que hicieron por envolver en el celofán de los intereses nacionales la propuesta de destituir sin mayores explicaciones a los consejeros del IFE, el 62% de los ciudadanos (según una encuesta de Ulises Beltrán) cree que el motivo por el que los quieren cambiar es la venganza. Y es que hasta para pegar hace falta estilo. Debe ser muy amargo constatar que la opinión pública los haya sorprendido en la maniobra.
Y es que el error del PRI y del PAN fue mayúsculo. Además de llevar con sigilo las negociaciones sobre la citada reforma, cosa que despertó toda clase de sospechas, llegaron a un acuerdo insostenible en el tiempo, pues las motivaciones de los principales actores no pasaban por la reconciliación nacional. Las motivaciones eran diversas y ninguna de ellas fácilmente acreditable como un sentimiento altruista que las demás fuerzas valoraran.
El PRI, sigue instalado en maximizar sus posturas, cueste lo que cueste. Al conseguir por cortesía del PRD, que les ha dejado la plaza, el papel de primer partido de la oposición siendo la tercera fuerza, se ha empachado de poder. Los priístas que hoy ocupan los puestos de decisión tienen las mismas ambiciones controladoras que sus predecesores, pero han perdido el estilo de sus antiguos jefes, que eran capaces de hacer cualquier bellaquería y parecer ciudadanos impecables. Los segundones de hoy ya no parecen capaces de mentir con tanto aplomo y sus apetitos son muy visibles: cobrar facturas a Elba Esther Gordillo y garantizar recaudación sin rendición de cuentas para sus gobernadores.
Mil razones hay para acabar con la herencia de la profesora, pero en la política institucional hay límites y contrapesos que se deben respetar. El pegarle a la profesora no puede convertirse en un salvoconducto para hacer cualquier cosa.
Por el lado del PAN, el papelón ha sido igualmente descomunal. En principio ese partido pactó el descabezamiento del órgano autónomo sin dar una salida institucional razonable al Consejo actual ni argumentar las razones de su apoyo. Ahora está reculando de manera confusa. Es muy diferente destituir consejeros de un órgano autónomo del Estado a propiciar su salida para garantizar un nuevo equilibrio. Es muy diferente dejar un cargo (como lo hicieron consejeros en el pasado) a que los destituyan de manera ignominiosa, sin más argumento que apagar la sed de venganza. El partido del Presidente parecía dispuesto a llegar a cualquier acuerdo a condición de que le aprobaran su mermada reforma fiscal. Como si el acuerdo por sí mismo fuese el objetivo y no el contenido del acuerdo. La máxima parecía ser: pactar lo que sea, lo importante es que se diga que se sabe pactar.
Por el lado del PRD, la posición respecto al Consejo General es menos confusa y es probablemente la más lógica. Es un partido que no participó en la configuración del órgano en 2003 y ha intentado endosar su derrota al IFE. Hoy está claro que es la única fuerza política que de manera abierta se siente agraviada y tendría todos los incentivos para pedir un nuevo IFE que refleje la nueva correlación de fuerzas.
Una reforma electoral debe olvidarse de los bajos instintos y favorecer dos cosas. La primera, establecer condiciones para reducir el encono entre partidos y, la segunda, ofrecer un avance sustantivo en la reducción del dinero en los procesos electorales. Pero quisieron cobrar la cuenta antes de servir la comida y se les vieron hasta los riñones.
Analista político