Chespirito y Juan Gabriel amenizaron fiestas del cártel de Cali, revela libro

La Jornada

lunes 17 de septiembre de 2007

Hijo de narco describe el poder que acumuló su padre en la ciudad colombiana

Notimex

Bogotá, 16 de septiembre. El cantante mexicano Juan Gabriel amenizó una fiesta de los jefes del cartel de Cali, reveló el hijo del narcotraficante colombiano Gilberto Rodrí­guez Orejuela en un libro que saldrá a la venta en 10 dí­as, informó este domingo el diario El Tiempo.

El sitio digital del periódico colombiano apuntó que Fernando Rodrí­guez escribió el libro El hijo del ajedrecista, en el que cuenta, entre otros temas, detalles de las fiestas que organizaba su padre y a las cuales asistieron desde El Chavo del Ocho (el actor Roberto Gómez Bolaños, Chespirito) hasta Juan Gabriel

El Tiempo, que citó algunos párrafos de la obra, detalló que en una de las reuniones Juan Gabriel le hizo una broma a su padre por insinuación de otro jefe del cártel de Cali, José Santacruz.

Juan Gabriel, al finalizar la canción, se acercó adonde estaba mi padre, quien lo observaba atentamenteá, indicó el hijo del lí­der narcotraficante en su libro, y añadió que Juan Gabriel quedó junto a mi padre, le colocó una mano en el hombro, tomó aire y remató con todos sus pulmones la emotiva canción, y cuando la sala se cubrí­a de sonoros aplausos, incluidos los de mi padre, Juan Gabriel se agachó y le dio un sentido beso

Según el relato de Fernando Rodrí­guez, el cantante mexicano tuvo que ser sacado en forma directa al aeropuerto porque su padre lo querí­a matará por la broma que le habí­a hecho por insinuación de Santacruz.

El libro describe el nivel de control que llegaron a tener en Cali, la tercera ciudad de Colombia, los hermanos Rodrí­guez Orejuela, ahora presos en Estados Unidos.

Según el hijo del ex jefe del cártel de Cali, en la época de la guerra entre las mafias colombianas, su padre llegó a controlar hasta la empresa de teléfonos y el transporte de taxis en esa ciudad.

Fernando Rodrí­guez, quien también está preso, mencionó además, el poder que ejercí­an su padre y su tí­o Miguel en el futbol colombiano, donde, según narra, tení­an derecho a sugerir jugadores y técnicos para su club, el América.