Diario de Yucatán

Miguel Ángel Granados Chapa

Los 1,135 diputados locales son en estos dí­as los polí­ticos más solicitados, porque su papel en la reforma constitucional, habitualmente cumplido con parsimonia y conforme a una rutina burocrática, esta vez ha adquirido relieve por la coyuntura en que se procesaron y aprobaron enmiendas y adiciones a la Constitución en materia electoral.

Los organismos privados, especial pero no únicamente la Cámara de la Industria de Radio y Televisión, por una parte, y los legisladores federales por la otra, los han puesto en el centro de su atención, instándolos a que frenen la reforma o a que la impulsen. Quienes hacen esto último han ganado el primer tramo de la carrera, pues ayer miércoles la Legislatura de Oaxaca obtuvo el campeonato de celeridad y de modo unánime sus 42 integrantes –23 priistas, ocho del PRD, siete panistas y cuatro de otros partidos– votaron a favor de las modificaciones.

Es quizá su último acto legislativo trascendente, pues ya están elegidos sus sucesores que tomarán posesión el 13 de noviembre. La unanimidad de su voto atenúa los temores de que sea producto de la manipulación del gobernador Ulises Ruiz, quien ha hecho de su mayorí­a en el Congreso local un instrumento de su torcida polí­tica.

En esta insólita situación, la diputada presidenta de la mesa directiva en san Lázaro, Ruth Zavaleta, entregó el martes personalmente, en Toluca la minuta correspondiente a la legislatura local, cuya posición importa en particular visto que el gobernador Enrique Peña Nieto es usuario y beneficiario de prácticas que serán prohibidas por la reforma y se le presume, por tanto, opuesto a ella y hasta organizador de la resistencia en su contra. El Congreso local sesionará hoy con ese propósito y se verá el efecto que tenga la postura del gobernador y el de otros factores en presencia.

Uno de ellos será la carta que Humberto Lira Mora entregó ayer en propia mano a los coordinadores parlamentarios en la Cámara de su entidad natal. Tras una fructí­fera y respetable carrera en los terrenos federal y local, Lira Mora aspiraba a ser gobernador pero perdió en 1999 la candidatura al gobierno estatal, obtenida por Arturo Montiel a golpes de dinero, visible en la contienda interna y en la constitucional, así­ como en la fallida que emprendió en pos de la postulación presidencial. Precisamente a la fabricación de su imagen, y la de su sucesor Enrique Peña, hecha a costos millonarios con cargo al erario se refiere Lira Mora en su calidad de ciudadano y contribuyenteá: Las reformas constitucionales que ustedes votarán prohibirán esas prácticas y permitirán devolver a polí­ticos y partidos el fascinante reto de que sus candidatas o candidatos conquisten los votos de los ciudadanos por su sensibilidad social, por su inteligencia, por sus ideas, por sus capacidades, por su historial público, por sus acciones... Con las reformas los partidos podrán recuperar la capacidad real de que sea en su interior donde se construyan las candidaturas apartando influencias externas, sobre todo las del dinero, que distorsionan, perturban e incluso pervierten las buenas prácticas de la vida polí­tica... Una votación favorable y oportuna, es decir, pronta... puede ser un signo que contribuya a ir dejando atrás la larga noche del patrimonialismo polí­tico primitivo y rudimentario que por años se ha opuesto a la real modernización de la vida democrática local en algunos estados de la república incluido el nuestro

Presidida por el ex senador Javier Corral, la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) hizo una instancia semejante a la de Lira Mora, sólo que destinada en general a los diputados locales de todo el paí­s. En un breve y pedagógico texto preparado por José Woldenberg y Raúl Trejo Delarbre, los consejos Directivo y Consultivo de la Amedi piden a los legisladores su voto a favor de las reformas que, en suma: Prohí­ben la compra de publicidad en radio y televisión.

Mantienen la preeminencia del financiamiento público a los partidos polí­ticos sobre el de carácter privado.

Establecen como única ví­a para la publicidad electoral en radio y televisión los tiempos del estado.

Reducen el tiempo de las campañas.

Reducen el financiamiento para las campañas asignado a los partidos.

Reducen el monto de las aportaciones privadas que pueden recibir los partidos polí­ticos.

Prohí­ben a posibles terceros involucrados la compra de publicidad electoral, con la finalidad de no trastocar las condiciones de equidad en la competencia.

Prohí­ben a las entidades públicas hacer publicidad que implique la promoción personalizada de cualquier servidor público.

Establecen, en la Constitución, el derecho de réplic

Fundada hace cerca de una década, la Amedi trascendió el espacio académico en que surgió para abrirse a las más dilatadas zonas del activismo civil. La encabeza Corral, que ha ganado un sólido prestigio por su papel en pro de una nueva legislación en materia de medios y, por consiguiente, contra la amañada reforma a la Ley de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones, a la que el habla periodí­stica se refiere como Ley Televis Fue por ello un exitoso promotor de la acción de inconstitucionalidad resuelta favorablemente a su causa por la Suprema Corte de Justicia.

Los consejeros de la Amedi dicen a los diputados estar convencidos de que la reforma suscitará campañas electorales más baratas, reforzamiento de la equidad en la competencia y menos dependiente del dinero Y por ello piden aprobarla.– México, D.F.