
Aumento a la propaganda del Ejecutivo
Submitted by nadezhda on Mar, 09/25/2007 - 11:13
Jorge Meléndez Preciado
a Parménides García Saldaña, presente no obstante su ausencia de 25 años
MANTECOSOS. Los políticos mexicanos, indefectiblemente, son chicharroneros. Han querido que al tronido de sus dedos se resuelva todo, reventar a sus enemigos y controlar sus límites a los medios. Nunca han podido lograrlo plenamente, empero. Del represor Díaz Ordaz al demagogo Echeverría, pasando por el imperial López Portillo, tenemos al ruin de Carlos Salinas y no puede faltar el lacayo estadounidense Ernesto Zedillo; nadie se salva. Pero la joya de la corona, hasta ahora, es Vicente Fox. Los fraudes de Enciclomedia, la megabiblioteca, el ineficaz seguro popular y un largo etcétera son expedientes abiertos. Incluso se llevó sin autorización documentos oficiales ( ¿Qué dirá el IFAI?). Ahora existe certeza de que la fortuna del dúo Marta-Fox es mayor a 20 millones de pesos, cuando menos. Imposible que el salaro del anterior Ejecutivo diera para amasar tal cantidad. Libros como La familia presidencial de Areli Quintero y Anabell Hernández y Fin de fiesta en Los Pinos de la segunda, más Fox y compañía de Miguel Ángel Granados Chapa, son investigaciones serias, profundas de cómo el expresidente fue haciendo negocios, favoreció a los amigos, atacó sin saña ni medida a los opositores (sobre todo a López Obrador), se distanció de quienes lo ayudaron a llegar al poder fue omiso ante los reclamos ciudadanos acerca de la violación de derechos humanos y, para no alargarnos, hizo una fiscalía contra la guerra sucia que le servió para engañar. Ahora afirma que sus críticos "comerán chicharrón", dicho no muy frecuente pero que denota se quedarán sin demostrar sus acusaciones. Una valentonada más de Fox, ya que las pruebas están por todos lados. Felipe Calderón no hará nada, pues le tiene miedo a su antecesor, hoy encumbrado por partidos derechistas. ¡Oh, la impunidad permanente!
¡RETRÓGRADAS, AL ATAQUE! Cada vez se sienten con mayor fuerza, dueños del orbe, listos para borrar a todo aquel que se oponga a sus designios. El mencionado Vicente fue ensalzado por Mariano Rajoy, jefe del Partido Popular de España, y por José María Aznar, quien vino a censurar a López Obrador y hacer propaganda a favor de Calderón. El expresidente ibérico, además, fue distinguido con una cátedra que lleva su nombre en el Tec de Monterrey. En aguel estado, donde el Fórum Mundial es muestra de derroche, actividades culturales sin sentido y enorme gasto en medios, desde hace tiempo se otorgan distinciones, en sus centros educativos, a quienes son analistas favorables a Estados Unidos y los organismos internacionales que rigen el mundo. Aprovechando el viaje, la señora Blanca Heredia, de la OCDE, dice que la educación superior debe privatizarse. Algo que suena a locura, pues la mayoría de los institutos particulares son de una pobreza y atraso espantosos. Lo grave es que las autoridades federales, de Calderón a Josefina Vázquez Mota, no digan ni pío.
MÁS QUESO. En el presupuesto de 2008 el Ejecutivo demandad aumentar el rubro de anuncios presidenciales en ¡40 por ciento! A la famosa Cepropie, que hace la censura su sello característico -lo vemos en el caso de
IGUAL EN OTROS RUBROS. El cuadernillo está bien impreso y resulta hasta lujosos. Mal escrito, eso sí, repite "breve reseña" (sic que se achica). Presenta actividades en diversos puntos de la delegación Coyoacán y muestra un gran directorio de supuestos promotores culturales. Sobresalen entre los directivos los arquitectos, profesión de Heberto Cartillo Juárez, el jefe coyoacanense. Se incluye en el impreso una página acerca del Museo León Trotsky. Bien. Pero a dicho lugar se le escamoteó apoyo económico y al director del mismo, Carlos Ramírez Sandoval, a quien le prometieron una entrevista con Heberto, meses atrás, la cual no se da. Mal por el también jazzista que ha olvidado las dificultades de los creadores.
MANIPULAR AL CIUDADANO. Una gran cantidad de libros se han escrito acerca del nazismo, aunque jamás tendremos los suficientes. Ahora presentan Historia social del Tercer Reich de Richard Grunberger (Ariel). La importancia del volumen es que analiza de qué manera el cine, la propaganda, las universidades, la religión y otros factores de poder influyeron, decisivamente, para lograr que unos cuantos tipos se apoderaran de Alemania y lanzaran una guerra con el objeto de dominar el mundo. También encontramos la forma en que fueron acalladas las voces de los opositores y de las minorías que eran vistas como el enemigo a aniquilar. Impresionante y horroroso, aunque indispensable.