
¿Retiene el narco a líderes del EPR?
Submitted by nadezhda on Lun, 10/01/2007 - 06:59
Itinerario Político
01 de octubre de 2007
La versión de que secuestraron a los dos jefes guerrilleros no ha sido desmentida por fuentes militares
Parece una historia fantástica, descabellada. ¿Qué saben la Procuraduría, el Cisen, la Sedena?
Como todos saben, el Ejército Popular Revolucionario reapareció con una campaña de hostigamientoá al gobierno federal, que incluye sabotajes a instalaciones de Pemex, en demanda de la presentación, con vida, de sus militantes Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz, también conocido como Raymundo Rivera Bravo. Los gobiernos federal y de Oaxaca, y la propia Secretaría de la Defensa, niegan la detención y hasta han ofrecido supuestas pruebas de su dicho, frente a instancias de derechos humanos.
Y si ninguna autoridad detuvo y mantiene presos a los eperristas, sigue abierta la interrogante fundamental. ¿Quién los tiene? La pregunta no es ociosa, sobre todo a partir de una versión que supone una guerra entre el EPR y un grupo de presuntos narcotraficantes de Oaxaca, en donde los guerrilleros habrían secuestrado a un capo de la droga para pedir un cuantioso rescate. En venganza, los narcotraficantes habrían secuestrado a los dos jefes guerrilleros, uno de ellos, el número dos del EPR.
La historia, que no ha sido desmentida por fuentes militares y policiacas –que resulta fantástica y hasta fantasiosa, y que pudiera ser interesada– es la siguiente. El 17 de enero de 2007, la PGR detuvo a Pedro Díaz Parada, presunto jefe del llamado cártel del Istmo, quien se encuentra preso en el penal de alta seguridad del Altiplano, otrora La Palma. Ante la supuesta debilidad de la célula del narco por la caída de su jefe, el EPR habría decidido secuestrar, el 3 de abril de 2007, a Jesús Díaz Parada, hermano de Pedro, para pedir un millonario rescate y con ello obtener recursos económicos para su causa.
Frente a esa situación, el cártel del Istmo se habría reagrupado y con el apoyo de familiares de los hermanos Pedro y Jesús Díaz Parada, investigaron el secuestro de este último y habrían detectado que estaba en poder de una célula del EPR. En venganza, los narcotraficantes habrían levantado a Gabriel Alberto Cruz Sánchez o Raymundo Rivera Bravo, y a Edmundo Reyes Amaya, el 25 de mayo de 2007 en Oaxaca.
Días después, al inicio del mes de junio, familiares de Gabriel Alberto Cruz Sánchez, el número dos del EPR, habrían recibido un mensaje de los supuestos secuestradores de los dos guerrilleros –en poder de Itinerario Políticoá– en el que advertían: ... los tenemos bien cerca a ustedes tres, a los de La Palma y a tu querida famili Los tenían vigilados. A su vez, el 6 de julio, la familia Díaz Pantoja –los hijos de Pedro y Jesús Díaz Parada– difundieron un comunicado en el que denuncian: En el portal de internet (www.youtube.com/user/jesusdiaz666) aparece esposado y vendado mi papá Jesús Díaz Parada privado de su libertad Y en efecto, en el video aparece Jesús Díaz Parada, quien de manera insistente dice que su secuestro no es político, y pide a sus familiares que paguen el rescate
Días después, el EPR fue noticia en México y en el mundo, al acreditarse los estallidos en instalaciones de Pemex en Guanajuato y Querétaro. A mediados del mes de agosto, un nuevo mensaje llegó a los familiares de Gabriel Alberto Cruz Sánchez: Ale, Paco, Emi: ya no se hagan pendejos y ya defiendan a su tío Gabriel Alberto no sean ojetes, no nieguen que es su tío... ¿Quieren nombres, fotos donde están con él... Ale, Paco, ¿saben dónde lava el dinero tu papá, que ha sacado de los secuestros? ¿En qué banco? ¿En Oaxaca? Díganle al comandante general buchito que no se queje... porque a él le valió madre mandar matar y asesinar a gente inocente
En los primeros días de septiembre el EPR atentó de nueva cuenta contra instalaciones de Pemex. Las acciones del grupo guerrillero prendieron los focos rojos del Estado mexicano, ya que el EPR insistía en que el gobierno de Calderón presentara con vida a sus compañeros supuestamente detenidos por autoridades de Oaxaca o federales: Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya.
El pasado 24 de septiembre, los supuestos captores de los dos guerrilleros volvieron a enviar un mensaje a la familia de Gabriel, en el que dejan ver que Gabriel les reveló todo lo que sabe del EPR. Pero al mismo tiempo la misiva llevó otros destinatarios: algunos medios. Una parte del texto dice: La verdadera historia de la desaparición de Gabriel y Edmundo. ¿Quién es Gabriel Cruz Sánchez? Es hermano de Tiburcio (bucho) Cruz Sánchez (Francisco Cerezo Quiroz)... Gabriel es el tío de los hermanos Cerezo; Ale y Paco, que dicen que no lo conocen... Qué mentirosillos son estos muchachos, pues no se acuerdan que vivían todos juntos en la casa de Xochimilco, antes del 13 de agosto de 2001
¿Quién es Tiburcio o Francisco? Es el que escribe todos los comunicados del EPR; asesino de varios luchadores sociales, comandante único general del EPR... ¿Vas a negociar Tiburcio, la muerte o vida o liberación de tu hermano Gabriel? ¿La salida de la cárcel de tus hijos? ¿Vas a dejar las armas? Al final, los supuestos secuestradores de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y de Edmundo Reyes Amaya le mandan un mensaje a Tiburcio Cruz Sánchez o Francisco Cerezo Quiroz: Dice Gaby que manda saludos a los de Oaxaca y Morelia. Ale, Paco, la guerra ya empezó. ‘Mirad que una tormenta ha estallado, un torbellino remolinea: sobre la cabeza de los malos descarga’
A su vez, con fecha 14 de septiembre, el presidente municipal con licencia de San Pedro Totolapa, Luis Díaz Pantoja –hijo de Jesús Díaz Parada y sobrino de Pedro Díaz Parada– envió una carta abierta al presidente Calderón –que empezó a circular por internet el pasado viernes– en la que deslinda a su familia del narcotráfico y dice haber conocido rumoresá de que autoridades de Oaxaca nos quieren atribuir la desaparición de dos integrantes del EPRá, y le dice a Felipe Calderón que el combate a la delincuencia organizada en Oaxaca es y será un fracaso, porque las autoridades policiacas están corrompidas
Parece una historia fantástica, descabellada; tanto como la reaparición del EPR y sus presuntos vínculos con el narco. ¿Pero qué tanto es cierto o mentira; qué saben la PGR, el Cisen, la Sedena? Al tiempo.