Cambios inexplicables en el Tribunal y la Procuradurí­a (Cacho- Marí­n)

La Quinta Columna

Los servidores públicos fueron aleccionados para no contribuir con la investigacióná, dice el informe de la Corte

Junta Editorial*

Casualmente, tanto en ambas instancias se dieron enroques y cambios de adscripción de servidores públicos que participaron en la integración de la averiguación previa y el dictado de la orden de aprehensión de la periodista Lydia Cacho Ribeiro

Casualmente, tanto en la Procuradurí­a General de Justicia como en el Tribunal Superior de Justicia se dieron cambios de adscripción de servidores públicos que participaron en la integración de la averiguación previa y el dictado de la orden de aprehensión de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.

Según señala el dictamen de la Comisión Investigadora de la Suprema Corte de Justicia en sus fojas 1021 a 1024, estos cambios conducen a evidenciar la intención de disipar la intervención de dichas personas en los hechosá contra la periodista.

Entre los cambios citados por la Comisión Investigadora se encuentran Rosa Aurora Espejel Prado, agente del Ministerio Público que integró la averiguación previa, que dio origen a la aprehensión de Lydia Cacho. La agente firmó el pliego de la consignación el 10 de agosto del 2005, y el 18 del mismo mes fue cambiada a la Agencia Especializada de Homicidiosá, sin que tuviera experiencia en tal rama.

Inclusive yo no habí­a visto un cadáver y me daba miedo enfrentarme a una circunstancia donde yo no pudiera desempeñar un buen trabajoá, admite Rosa Aurora Espejel Prado, según se puede leer en la foja 1022 del dictamen.

Otro de los cambios en la PGJ se trata de Luis Guillermo Arsención Serna, director de Averiguaciones Previas de la Metropolitana Sur, quien canalizó a los abogados de José Kamel Nacif Borge con Rosa Aurora Espejel Prado, quien fue cambiado de adscripción el 17 de agosto del 2005 a la Dirección de Averiguaciones Previas, Zona Norte, con sede en Zacatlán

Ignacio Sarabia Martí­nez, agente del Ministerio Público, que consignó la primera averiguación previa contra Cacho el dí­a 2 de septiembre del 2005, tomó posesión de la Agencia Especializada de Delitos Electorales el 10 de agosto del mismo año y posteriormente, ante la resolución de incompetencia de la Juez Quinto de lo Penal insistió en la consignación el 11 de octubre del 2005.á Su cambio ocurrió quince dí­as después de la nueva consignación.

En el dictamen se destaca la desaparición de Mandamientos Judiciales, dirección donde estaban adscritos Juan Sánchez Moreno, José Montaño Quiroz y Jesús Pérez Vargas. Cabe decir que la desaparición ocurre un mes después de la divulgación de las llamadas telefónicas entre Mario Marí­n y Kamel Nacif.

El TSJ ordenó cambios del Juzgado Quinto Penal

Los cambios en el Tribunal Superior de Justicia consistieron básicamente en el Juzgado Quinto de lo Penal, dirigido por Rosa Celia González Pérez. El pleno del TSJ dispuso que Gabriela Alonso Mauleón, escribiente que elaboró la boleta de libertad de Lydia Cacho fuera cambiada el 30 de marzo del 2006. Se ignora el motivo de su cambio después de cinco años de trabajo en el mismo juzgado.

El segundo cambio que ocurre es el de Araceli Moreno Garcí­acano, escribiente que durante ocho años trabajó en el Juzgado Quinto Penal y que imprimió el auto de plazo constitucional dictado contra la periodista.
Otros trabajadores de ese juzgado se mostraron evasivos para responder sobre hechos en concreto, tal es el caso de Osvaldo Bernardo López, auxiliar de Oficial Mayor; José Manuel Aguilar Ramón, diligenciario y Érika Ponce Garcí­a, auxiliar. Por lo que resta a Moisés Vázquez Ruiz, comisario del juzgado, se obtuvieron respuestas falsas.

Entre los demás servidores públicos entrevistados, alrededor de 61, una inmensa mayorí­a aparentemente fue aleccionada con el fin de no contribuir al alto y significativo propósito de conocer la verdad de los hechos suscitados con motivo de la orden de aprehensión contra Cacho, su ejecución y posterior encarcelamientoá, según detalla el dictamen en la foja 1024.

* Junta Editorial
Arturo Rueda, Zeus Munive, Héctor Hugo Cruz, Selene Rí­os, Efraí­n Núñez y Edmundo Velázquez