
Plaza Pública: Nada que hacer
Submitted by nadezhda on Mié, 10/10/2007 - 07:45
Miércoles 10 de octubre de 2007
Miguel Ángel Granados Chapa
El Foro Consultivo Científico y Tecnológico, A.C., al que la Secretaría del Trabajo encargó estudiar las condiciones de seguridad e higiene que prevalecen en Pasta de Conchos, en torno al rescate de los restos de los mineros muertos allí, es una respetable institución formada por investigadores de alto nivel, creada a partir de la Ley de Ciencia y Tecnología del 5 de junio de 2002. Sus funciones se cumplen al menos en dos planos: es órgano de consulta de los poderes Ejecutivo y Legislativo sobre políticas públicas, y estudia temas específicos bajo contrato. El que firmó con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se cumplió a través de un panel internacional de expertos que, supongo, merece el crédito de que están investidos los miembros del Foro.
El prolegómeno del dictamen muestra, sin embargo, ausencia de información en un tema crucial, que acaso indique en todo el estudio menor rigor del esperado de un equipo como el que previsiblemente se formó. Por añadidura, al desarrollar este tema, el del gas metano, el preámbulo al dictamen muestra su reiterada inclinación a hacer sociología doméstica como la que evidencia en otros puntos, como cuando habla de la cultura del envalentonamiento, según la cual los mineros trabajaban en Pasta de Conchos montados en un importapoquismo que les costó la vida y no porque la necesidad los forzó a acatar reglas empresariales no supervisadas por la autoridad.
Dice el prolegómeno sobre el metano: Existe un elemento de peligro que se suele ignorar, por diversos atavismos de los mexicanos, y que está enclavado en el origen del accidente del 19 de febrero de 2006, y es la presencia inequívoca y continua de gas combustible en las minas de carbón. Donde hay un yacimiento carbonífero hay metanogénesis segura, y el metano es el gas asociado con el oxígeno que puede generar atmósferas explosivas durante la explotación miner Ese gas tiene un valor comercial importante y se aplica, por ejemplo, a la producción de energía eléctrica. La práctica mexicana de simplemente extraer(lo)... diluirlo con aire y lanzarlo a la atmósfera es una práctica criminal con serias repercusiones en la producción de gases precursores del efecto invernadero...
En México esa práctica vil se ha justificado con argucias politiqueras de que no se permite la explotación privada del gas asociado... porque es 'bien de la nación' y a ésta corresponde su explotación. Sin embargo, ha quedado vastamente demostrado que la nación no tiene instrumentos ni intenciones de explotar este gas. Así, la única función real del gas asociado en México, además de causar serios daños atmosféricos, es aumentar la peligrosidad de la actividad minera del carbón.
Aún después de la tragedia de ese 19 de febrero, ninguna autoridad mexicana ha dado indicios de querer evaluar esta absurda condición En este punto faltó una importante información a los integrantes del panel de expertos y al Foro Consultivo Científico y Tecnológico, que priva de contundencia a esa última información. Precisamente con motivo del accidenteá de Pasta de Conchos, como el prolegómeno y el dictamen insisten en llamar a la tragedia, se reformaron la Ley Minera y la reglamentaria del artículo 27 en el ramo del petróleo para permitir a particulares, los propios dueños de las minas, la explotación del metano para generar energía eléctrica de autoconsumo y para entregarlo a Petróleos Mexicanos. El Senado aprobó sin modificaciones la minuta de la Cámara de Diputados el 20 de abril del año pasado, y su resultado se publicó en el Diario Oficial el 26 de junio siguiente.
O el grupo de expertos ignoró la existencia del proceso legislativo correspondiente o le pareció irrelevante –aunque entonces carezcan de sentido los párrafos anteriores– o no creyó conveniente considerarlo, a fin de no restar fuerza a su concepción sobre el carácter fatal del accidenteá de Pasta de Conchos, condición en que el dictamen insiste, pese a su declaración de que el reporte que elaboran no tiene el propósito de identificar la causa de la explosión
Después de asegurar, en sentido contrario a los hechos, que no se ha querido evaluar el uso del metano, el panel filosofa: Si se adiciona esta reflexión a la consideración sobre el daño gradual, siglo tras siglo, de las condiciones de seguridad de la industria minera, se podría concluir que hay una tendencia tal vez involuntaria, pero inexorable a deteriorar continuamente las condiciones de higiene y seguridad en la mina de carbón analizada: en este supuesto el accidente que tanto lamentamos simplemente fue una eventualidad que debía ocurrir en algún momento. Esta es una clara acepción de la palabra 'fatalidad', un accidente que estaba esperando el momento para ocurrir
Con esa apreciación metafísica sobre la causa de aquel siniestro –estudiar la cual no era el propósito del encargo de la Secretaría del Trabajo– y con su recomendación de no remover los escombros, a menos que cambien las condiciones de higiene y seguridad, que permanecerán inmutables por la inacción del órgano administrativo, se cierra el círculo: no hay nada que hacer, y quien lo pretenda, como los asesores de las familias de las víctimas, se expone a la diatriba pública del secretario Javier Lozano. Su audacia para descalificar a Cristina Auerbach y a Manuel Fuentes como si abusaran de sus facultades de representar a los deudos, contrasta, por cierto, con la medrosa cautela con que se abstuvo de litigar en Estados Unidos contra Zhenli Ye Gon.– México, D.F.