Falta de datos, ardid del gobierno para no informar

De la Jornada del 20 de enero de 2008
Gabriel León Zaragoza

Ampliar la imagen Comisionados del IFAI en una sesión Comisionados del IFAI en una sesión Foto: Carlos Cisneros

En materia de transparencia y acceso informativo, la declaratoria de inexistencia de documentación se ha transformado en un foco rojoá en la presente administración federal, pues con la mano en la cinturá el gobierno recurre a ese argumento para evadir su responsabilidad, destacan especialistas del centro de análisis Fundar.

El coordinador del área de Acceso a la Información y Transparencia del organismo, Miguel Ángel Pulido, alertó que estas declaratorias de inexistencia de datos se están convirtiendo en un pecado grandeá, del que el gobierno está abusando.

Consideró que esas respuestas de los funcionarios federales a las peticiones informativas presentadas en los espacios de transparencia institucional, por lo menos tendrí­a que costarle la renuncia a los servidores públicos, por irresponsables

Pulido Jiménez destacó que la información que está disponible en las páginas electrónicas de transparencia son un conjunto de datos aceptablesá, sin embargo su presencia en esos espacios no son una auténtica polí­tica de transparenci

Dijo que la mayorí­a de información proporcionada por el gobierno federal, por ejemplo, sobre subsidios o polí­ticas de beneficio social, no están diseñadas para dar un mensaje sustantivo a los usuarios de esos esquemas sociales, sino para proporcionar sólo cifras que por sí­ solas no dicen nad

Abundó que el acceso a la información está en una espiral de contradiccionesá, toda vez que por una parte crece el número de archivos federales que están en manos de los ciudadanos y por otra se está alcanzando un nivel de conflicto o de litigiosidad muy elevadoá, lo cual hace cada vez más complicadoá acceder a información relevante sobre las dependencias.

Esto, señaló, tiene dos efectos perversos: muestran que el marco normativo es insuficiente para transformar prácticas culturales de opacidad, de la que se sirven (los funcionarios públicos) para con la ley en la mano negar información; y propiciar que la ciudadaní­a se desanime o desista de esa intención, porque aunque logre obtenerla ésta es insuficiente o parcial.