En tela de Juicio

Por Manuel Fuentes*

México DF, 9 marzo 09 (CIMAC).- Cada vez con más frecuencia llegan a mis manos recibos de pago de trabajadores que se quejan de los constantes cambios de nombre de las empresas en que laboran. Es evidente que éstas acciones se realizan con la complacencia gubernamental para evadir responsabilidades fiscales y laborales.

Tienen estás empresas frecuentemente nombres extranjeros con domicilios distintos a las fuentes de trabajo: son subcontratadoras de personal que funcionan en pequeñas oficinas, llamadas de manera rimbombante: outsourcings.

Empresas “outsourcing” como Adecco y Manpower tienen políticas idénticas que aplican en todos los países en los que operan. Es común que en los formatos de contratación, lo mismo en Colombia, Panamá o México, se pregunte a las mujeres candidatas a ocupar un puesto de trabajo si piensan embarazarse en los próximos cinco años.

-¿Estás dispuesta a cambiar horarios de trabajo de acuerdo a las necesidades de la empresa? ¿Aceptarías cambios en los lugares y ciudades donde se te requiera?

Por supuesto que las mujeres que establecen esos “compromisos” son las que se prefieren para ocupar un puesto de trabajo. Se busca reducir los costos y dar flexibilidad para los clientes que requieren el “mejor personal”.

Estás empresas “outsourcing” actúan a placer en los lugares en los que operan. En México no es la excepción. Cuentan con todas las facilidades para la realización de sus actividades sin que exista supervisión alguna de las formas de contratación que realizan.

Son estás seudo-empresas verdaderas mercenarias del trabajo. Se burlan del precepto legal contenido en el Artículo 3º de la Ley laboral de que el trabajo no es artículo de comercio.

Es penoso que el proyecto de Javier Lozano, secretario de Trabajo mexicano, presentado el pasado mes de febrero, proponga reformar la Ley Federal del Trabajo para legalizar las llamadas “outsourcing”. En lugar de realizar inspecciones de trabajo y acciones para sancionar a este tipo de empresas, fomenta su legalización de manera insensata.

Los empleos creados por este tipo de empresas son de uno a tres salarios mínimos y prestaciones al piso de la ley. Son empleos de miseria que empobrecen a las y los asalariados de este país.

Lo declarado recientemente por José Isabel Trejo Reyes, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado de la República, refleja la actitud cortesana con este tipo de empresas. El reconoce que la mayor parte de los empleos creados durante el régimen de Felipe Calderón han sido a través de la subcontratación.

De manera cínica este legislador panista dice que son benéficas este tipo de empresas “aún con los abusos en los que han incurrido contra los trabajadores y fraudes contra el fisco.”

No he escuchado en cambio que nuestros funcionarios mexicanos acepten promover la firma del Convenio 181 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre “las agencias de empleo privadas”. Por supuesto que no simpatizan con el compromiso contenido en la misma de la obligación gubernamental de adoptar las medidas necesarias para que se respete la libertad sindical y negociación colectiva.

Estás empresas promueven por el contrario los llamados “contratos de protección” con líderes venales que venden su firma para legalizar contratos colectivos idénticos a la ley federal del trabajo.

El Convenio 181 de la OIT no ratificado por el gobierno mexicano exige haya “indemnizaciones en caso de insolvencia y protección de los créditos laborales”. Ahora y dejan a sus trabajadores sin protección, ni pago alguno de sus indemnizaciones.

Están de plácemes las empresas “outsourcing” en nuestro país. Imponen la legislación laboral que más les acomoda y con inmejorables ganancias, gracias al gobierno calderonista que promueve el empleo de miseria.

* Abogado, especialista en temas de justicia, profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana. Integrante del Consejo Directivo de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC).

manfuentesm@yahoo.com.mx

09/MFM/GG

http://www.cimacnoticias.com/site/s09031005-Empresas-outsourci.36905.0.html