En este pueblo no hay culpables

El Pescado Original
de Monos de Patricio de Patricio
En este pueblo no hay culpables

A diferencia de la historia de Gabriel García Márquez, En este pueblo no hay ladrones –llevada el cine por el monero, cineasta y nadador Alberto Isaac¬–, en nuestro pueblo sí hay ladrones –¡muchos!– y también hay asesinos, pederastas, mafiosos, traficantes de influencias y muchos etcéteras. Lo que no hay son culpables de los delitos antes mencionados. Los peces gordos, que todos conocemos por nombre y apellido, han masacrado estudiantes, líderes campesinos con todo y familia y comunidades indígenas; han asesinado a disidentes, periodistas, guerrilleros, candidatos a la presidencia ¬–junto con nanas y cuñados–; se han robado la mitad de la partida secreta, el total de los excedentes petroleros, las tres cuartas partes del presupuesto y la otra mitad de la partida secreta; se han autoprivatizado los bienes de la nación, evadido impuestos y han endeudado al país por generaciones; han violado las leyes electorales y cometido fraudes descarados para imponer a sus sucesores en la silla del águila; controlan poderosos sindicatos y manejan los fondos públicos como su caja chica personal. Y aunque todos sabemos quiénes son los maleantes, quiénes estarían encargados de perseguirlos y castigarlos, invariablemente se escudan detrás de argumentos legales para no sancionarlos. Las excusas más socorridas son: A) No estamos facultados, B) El marco legal no define sanción alguna, C) La conducta no está tipificada, D) El plazo legal ya expiró.
El Poder Judicial de la Federación de los Estados Unidos Mexicanos está constituido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral, los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y los Juzgados de Distrito. A nivel local, operan el Jurado Federal de Ciudadanos y los tribunales de los estados y del Distrito Federal. La administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la Federación, con excepción de la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Electoral, están a cargo del Consejo de la Judicatura Federal. En el portal de internet de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se puede leer lo siguiente: Con base en lo señalado por la Constitución mexicana, el Poder Judicial de la Federación representa al guardián de la Constitución, el protector de los derechos fundamentales y el árbitro que dirime las controversias, manteniendo el equilibrio necesario que requiere un Estado de derecho. Dado que en México la Constitución es violada sistemáticamente por todo aquel que tenga poder político y económico e intereses que defender, y que el índice de impunidad alcanza el 98 ó 99%, podemos concluir que el Poder Judicial ni tiene poder, ni protege los derechos de nadie, ni vela por Estado de derecho alguno, por la sencilla razón de que éste no existe. Siendo claro, entonces, que el Poder Judicial no sirve ni servirá jamás para impartir justicia, debemos aplicarle una reforma definitiva, que acerque la letra de la Constitución a la cruda realidad. Como diría el pozolero de Tijuana, vayamos por partes analizando los pasos a tomar:

Redefinir los objetivos del sistema judicial.
La reforma de todo el sistema de justicia debe comenzar por establecer claramente que el objetivo del Poder Judicial en su conjunto no será más el impartir justicia y/o hacer cumplir el Estado de derecho, sino básicamente dar sentido a la vida de cientos de miles de jóvenes que, en vez de estudiar una carrera universitaria o un oficio digno que produzca algún valor para la sociedad, optan por estudiar la carrera de derecho en alguna de las miles de universidades y escuelas especializadas en esta disciplina. Además, el aparato de justicia deberá servir para empelar a miles de compatriotas sin iniciativa y con vocación burocrática, que de otra manera permanecerían desempleados y sucumbirían ante las exigencias de un entorno económico cada vez más competitivo. La misión de las miles de personas que laboren en los tribunales consistirá en almacenar folios y documentos –por triplicado– en bodegas y oficinas cada vez más modernas, jugar póker en las computadoras de la oficina, vender ropa y productos de topergüer a sus compañeros, y mantener entretenidos a los ciudadanos que acudan a esas instancias, quienes deberán realizar una serie de trámites interminables sin objetivo alguno.

Suprema Corte de Justicia de la Nación
La Suprema Corte de Justicia tendrá dos objetivos principales. El primero será debatir los casos delicados y explicar, con lujo de detalle, interpretando creativamente la Constitución o apegándose a la letra de la misma y utilizando palabras y términos rimbombantes, por qué es imposible castigar a nadie por ningún delito. El segundo objetivo de los ministros y ministras de la Corte será alcanzar el volumen corporal del magistrado Salvador Aguirre Anguiano. Mientras debaten, argumentan y pontifican, sus señorías deberán ingerir millares de calorías, cortesía de los restaurantes que tengan a bien patrocinar el show. Todo esto sería transmitido por el canal judicial, que de esta manera contaría con un reality show único en el mundo– se podría llamar ¿Cuánto quieres ganar?– , en el que la glotonería, la erudición y la impunidad harían las delicias de las masas sedientas, ya no de justicia, sino de entretenimiento.

Los tribunales
Los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, los Juzgados de Distrito y los tribunales de los estados y del Distrito Federal se convertirían en casas de subastas, en donde los fallos se otorgarían al mejor postor. O sea, igualito que ahorita, pero sin tapujos ni simulaciones vergonzantes.

Juicios Orales
En casos extremadamente difícles, en los que exista un empate entre los postores, o cuando el juez –o jueza– ande con necesidades y urgencias propias de la carne humana, se podrá recurrir al juicio oral. Los solicitantes de justicia gratificarán, por turnos, al magistrado(a), y éste decidirá cuál de ellos es el ganador.

Tribunal Federal Electoral
A diferencia de lo que hoy sucede con el TRIFE –que establece con dos o tres años de dilación qué actores políticos violaron la ley electoral y las razones por las que no se les puede sancionar–, este tribunal tendrá, como única tarea, dirimir las diferencias que surjan durante los comicios infantiles que se realizan cada vez que hay elecciones federales.
Para concluir, buscando siempre la simplificación administrativa, la eficiencia y la excelencia, proponemos seguir los sabios consejos del flaco de oro, y dejar el castigo de los criminales y malhechores a dios nuestro señor.

http://monosdepatricio.blogspot.com/atom.xml
http://monosdepatricio.blogspot.com/2009/03/el-pescado-original.html