Transparencia estilo Supervía

Por Rodrigo Díaz
http://ciudadpedestre.wordpress.com/

Señoras y señores, redoble de tambores, pónganse de pie, que fiel a su estilo la Secretaría de Obras del DF anuncia con bombos y platillos el nacimiento de una página en Internet donde la ciudadanía podrá saciar su sed de conocimientos en todo lo relativo a la Supervía Poniente, reafirmando con esto el espíritu transparente que anima el accionar del gobierno capitalino, y de paso dando un tapabocas a todos aquellos habladores malintencionados que dicen que el proyecto de marras es tan cristalino como las aguas de Xochimilco. Importa poco que las obras ya hayan empezado, y que éstas hayan sido adjudicadas sin que la población tuviera la menor idea sobre sus características, que de acuerdo a la autoridad la transparencia tiene sus propios tiempos que hay que respetar, y como hace algunas semanas señaló el Secretario Aboitiz, “el trazo de la Supervía Sur-Poniente se mantuvo en relativa secrecía para protegerlo de especuladores financieros”. Como para que los malhablados como yo se lo piensen dos veces antes de abrir la boca de nuevo.

Lamentablemente, voy a tener que hablar mal de nuevo, porque por más que busco en la página, convenientemente llamada Transparencia Autopista Urbana DF, no encuentro en ninguna parte los fundamentos técnicos de la iniciativa. Sí están el Resolutivo de la Manifestación de Impacto Ambiental, y las opiniones de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) del DF y la Secretaría del Medio Ambiente sobre el sistema vial de puentes, túneles y distribuidores al sur poniente de la Ciudad de México, pero de los elementos que justifican la solución en comento hay poco y nada. Si uno hace click en “Impacto en la Movilidad”, donde uno esperaría hallar uno que otro argumento técnico, se encontrará con los siguientes conceptos que avalarían la carretera (copio textual):

* Da continuidad al proyecto de movilidad integral de la Ciudad de México.
* Mejora la conectividad regional mediante la creación de una nueva vía que corre en el norte, sur y poniente de la ciudad.
* Agilizará tanto la movilidad regional como la local, toda vez que habrá vehículos que utilicen la autopista urbana, liberando las vialidades secundarias actualmente saturadas
* La velocidad promedio en las vialidades será de 80km/ hr por lo que en 10 minutos se recorrerán 10 kms aproximadamente
* Separa los flujos vehiculares de largo recorrido de las circulaciones locales
* Contribuirá a la integración del sistema aeroportuario: Morelos – DF – Toluca – Querétaro
* La inversión de la obra se realiza con recursos de la iniciativa privada. Esto permite al Gobierno del Distrito Federal utilizar sus propios recursos en otros proyectos de transporte público prioritarios para la ciudad
* Incorpora al sistema vial cinco rutas de servicio expreso de RTP con tecnologías limpias y sin costo adicional para el usuario
* El trayecto directo, en transporte colectivo, permitirá reducir el gasto en combustible y transporte hasta en un 75% (de acuerdo con estimaciones de RTP http://www.rtp.gob.mx/)
* Una movilidad más ágil de vehículos redundará en la disminución de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

Mapa de beneficios de la Supervía Poniente. Interprétese como dé la gana

Si se va a la sección “Beneficios de la Obra” no habrá mucha más información, salvo el gráfico de la derecha, que uno puede interpretar como le dé la regalada gana, pero que se supone simboliza una generosa ganancia tanto para el medio ambiente como para la población como resultado de la construcción de la mole de concreto en el poniente de la ciudad.

Y eso es todo. Por más que uno busque, jamás encontrará los estudios que acreditan los méritos de un proyecto que a juicio de sus promotores se basta a sí mismo para justificarse. Lo que se presenta como información es la evaluación de las consecuencias ambientales de la iniciativa, pero no de las circunstancias que justifican una solución así. En este sentido, las observaciones de los profesionales de la PAOT hechas en junio son categóricas. Así, en el punto A, relativo a elementos generales, esta instancia solicita:

I. Incluir la información de los impactos ambientales, sociales y económicos asociados con el proyecto Autopista Urbana Querétaro-Cuernavaca, debido a que en la MIA-E se indica que la Supervía Poniente forma parte de este proyecto de integración regional

II. Incorporar el análisis integral o multidisciplinario que se señala en la MIA-E como sustento de la Supervía Poniente, incluyendo la información base e indicadores que usó el panel profesional para seleccionar la alternativa con impactos “menores”…

Asimismo, en el punto B, relativo a elementos de movilidad y mejora de la calidad del aire, la PAOT requiere:

I. Explicar, con datos reales, cómo es que la Supervía Poniente es una medida que apunta hacia la sustentabilidad del sistema urbano y de transporte, especialmente cuando está prevista para ser usada básicamente por automóviles.

II. Fundamentar la mejora de la movilidad y la calidad del aire con base en el número, origen y destino de los viajes que captaría la Supervía Poniente y el análisis de su beneficio con respecto del número total de viajes que se realizan en la Ciudad de México a expensas de las áreas verdes

III. Especificar en qué consiste el beneficio diario a 195,000 habitantes. Si esta cifra corresponde al número de habitantes que usarán la Supervía Poniente mediante auto particular o transporte público, se debe analizar su contexto en términos del total del tránsito vehicular de la Ciudad de México que representa.

IV. Señalar los mecanismos que garantizarán que la movilidad que ofrece la Supervía Poniente se conservarán en el mediano y largo plazo.

Las respuestas dadas por la Secretaría de Medio Ambiente un mes después no hacen más que acrecentar las dudas, evidenciando la falta de información –al menos públicamente conocida- sobre los positivos impactos en la movilidad urbana que se supone generará la Supervía, razón última de su construcción, y que más que ni un otro elemento debieran ser expuestos de manera clara y completa a la ciudadanía. Es como si el día de mañana el GDF decidiera construir una central nuclear en la capital y sólo proveyera información sobre los árboles talados o las especies animales afectadas por su construcción, pero no los fundamentos técnicos que justifican una solución así. En el caso de la Supervía, se sabe más o menos el cómo, pero no el porqué de las cosas, y esto lo descubrirá fácilmente quien se dé el trabajo de leer el Resolutivo de la Manifestación de Impacto Ambiental, donde, por ejemplo, hay información abundante y detallada sobre el impacto en la flora autóctona (un pelo de la cola en un proyecto así), misma información que brilla por lo escueta en el caso de la movilidad urbana, donde se mencionan estudios que hasta el día de hoy son un misterio para la población.

Pensándolo bien, no deja de ser inteligente la movida del gobierno de la ciudad de entregar la información de manera tremendamente parcializada: relativamente generosa en ciertos aspectos ambientales, horriblemente incompleta en materias de movilidad. No creo que esto sea casual; una estrategia así centra el debate (si es que lo hay) en los aspectos ambientales de la obra, pero no en su razón de ser, que se da como un hecho irrebatible. Y no es que los aspectos medioambientales carezcan de importancia, pero el terreno natural de la discusión sobre la Supervía debiera ser el de la movilidad urbana, y allí las luces siguen siendo muy pocas en medio de tantas sombras.

Por mientras busco, busco, busco…