¿Saben contar en México?

Marta Durán de Huerta

Radio Nederland

16-08-2006

El Gobierno de México se congratuló por unas elecciones inmaculadas el pasado 2 de julio. Sin embargo, antes de terminarse el conteo, la coalición por El Bien de Todos, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, protestó por los resultados pues no se tomaron en cuenta casi 3 millones de votos.

Tras el conteo oficial, realizado entre el 3 y el 6 de julio, Felipe Calderón, candidato del conservador Partido Acción Nacional (PAN), superó por 243 mil votos a López Obrador, cifra equivalente a medio punto porcentual. Para manifestar su inconformidad con el resultado, la izquierda presentó impugnaciones conforme la ley, y solicitó el recuento de todos los 42 millones de votos depositados. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación decidió recontar sólo el 9% de las casillas, es decir, aproximadamente 4 millones de votos.

El Tribunal es la única instancia facultada para resolver controversias e impugnaciones, así­ como dictaminar eventuales causas para nulidad de la elección. A más tardar el 6 de septiembre, el Tribunal debe decidir quién será en nuevo presidente de México. Pese a que se esperaba que el domingo pasado se pronunciara sobre el conteo, el Tribunal Electoral se reservó los resultados. A pesar de que estuvieron presentes en el recuento de los sufragios, los representantes del PAN y de la coalición Por el Bien de Todos concedieron cifras tan dispares que sólo causaron más incertidumbre.

Según López Obrador, en el recuento del 9% de los votos se encontraron 45 mil boletas más que las emitidas y registradas por las autoridades electorales, es decir que se introdujeron de forma ilegal a las urnas. Además, AMLO denunció la desaparición, sin explicación alguna, de 80 mil boletas. De ser ciertas estas cifras, la cantidad de sufragios emitidos el 2 de julio superarí­a en 500 mil al número de votantes, y habrí­an desaparecido misteriosamente 900 mil sufragios. Según estos cálculos, López Obrador supera por amplio margen a Calderón, quien, oficialmente, obtuvo una supuesta ventaja de 243 mil votos sobre AMLO.

Por su parte, el derechista Partido Acción Nacional afirma que la diferencia entre Calderón y López Obrador prácticamente no varió, y sostiene que en el 98% de las casillas recontadas no hubo fraude, ni dolo, ni malos cómputos, sino meros "errores humanos". Además, concluye que unos cuantos votos de más o de menos no afectan el resultado electoral.

César Nava, vocero del PAN, afirma que tras el recuento, sólo están en juego 1.500 votos, cifra que contrasta con los centenares de miles de sufragios reclamados por la coalición Por el Bien de Todos. PAN sostiene que sólo en el 2% de las casillas se reportaron fallas superiores a 5 votos, lo que, a su juicio, indica que no hay sesgo alguno. Por lo tanto, la cifra de 5 votos dudosos por casilla es irrelevante y no se debe tomar en cuenta.

Pero si esos 5 votos se multiplican por las 130 mil casillas que hay en todo el paí­s, la supuesta victoria de Calderón serí­a cuestionada por unos 650 mil votos, lo que dejarí­a en claro por qué López Obrador y cientos de miles de mexicanos exigen el conteo voto por voto, casilla por casilla.

Las acciones de protesta en las calles de la capital cumplen ya 17 dí­as y siguen siendo pací­ficas. Sin embargo, ayer el Ejército, el Estado Mayor Presidencial y la Policí­a Federal evitaron, con desproporcionada violencia, que cien manifestantes acamparan a las puertas de la Cámara de Diputados. Entre los heridos hay varios representantes del Partido de la Revolución Democrática. Un hecho insólito, ya que nunca antes en la historia mexicana, uniformados federales golpearon a diputados federales.