2000-2006, sexenio perdido en seguridad

Unidad de Inteligencia - Lunes 28 de agosto

El Financiero en lí­nea

* En la recta final del gobierno del cambio, el combate contra la delincuencia presenta claroscuros. Como bandera de campaña, la seguridad pública fue altamente rentable en las urnas para Vicente Fox. Su arribo a Los Pinos abrió expectativas sobre la reformulación de las polí­ticas públicas para enfrentar la problemática criminal, el asunto de mayor preocupación para la población.

UIAE

La creación de la Secretarí­a de Seguridad Pública federal, bajo la batuta de Alejandro Gertz Manero, se vio como un paso fundamental hacia ese propósito; sin embargo, no arrojó los dividendos esperados, sino que se limitó a emprender operativos contra el hampa, más espectaculares que efectivos.

Desde sus inicios, la administración Fox sufrió un severo revés con la fuga de Joaquí­n Guzmán Loera, El Chapo (19 enero 2001), episodio que marcarí­a un complicado proceso de recomposición de las bandas del narcotráfico. "Fue uno de los ‘goles ’ que el narcotráfico metió al gobierno mexicano", dijo la BBC de Londres.

La iniciativa de Reforma Integral de Seguridad Pública y Justicia Penal, con la que el gobierno foxista pretendió redefinir la ruta en el combate a la delincuencia organizada, no prosperó. Tal y como le sucedió al gobierno de Ernesto Zedillo, la administración Fox admite ahora, en las postrimerí­as del sexenio, su imposibilidad de enfrentar a las poderosas organizaciones delictivas, planteando el desgastado argumento de que "se hizo lo que se pudo".

Ver la incidencia delictiva a partir de las estadí­sticas oficiales de las procuradurí­as y corporaciones policiales, lleva a la confusión, ya que no son compatibles entre sí­. Pero cotejar las cifras y encuestas, desde otros enfoques académicos, nos acerca a su verdadera dimensión.

En esta entrega, la Unidad de Inteligencia y Análisis Estratégico de EL FINANCIERO adelanta un corte de caja sexenal sobre el combate a la delincuencia organizada, el tema que mayores efectos negativos provoca entre los mexicanos, e incluso amenaza al propio Estado.