
La política ausente
Submitted by nadezhda on Sáb, 09/02/2006 - 06:37
Sábado 02 de septiembre de 2006
Teníamos que llegar a un conflicto postelectoral y a una crisis como la que atraviesa México, para que pudiera modificarse el ritual del Informe Presidencial. El 1 ° de septiembre se entregó el sexto Informe de esta administración, pero se impidió subir a la tribuna y leer su mensaje. A pesar de ello, el presidente Fox cumplió con el artículo 69 de la Constitución.
Desde que empezó a cambiar el sistema político, con las primeras expresiones de pluralidad, una parte sensible fue la ceremonia del Informe. En 1988 se hizo una estruendosa interpelación al presidente Miguel de la Madrid por el fraude electoral. Desde entonces, muchas cosas han pasado en el país, entre ellas se hizo un pacto electoral que posibilitó una transición democrática, pero cada 1 ° de septiembre continuó la ceremonia del Informe, con todo tipo de interpelaciones y de manifestaciones de inconformidad. Durante años, muchas voces han dicho que ese ritual era caduco y necesitaba cambios, porque representaba al viejo presidencialismo que ya ha dejado de existir. Cambió el perfil de los poderes, pero la ceremonia permaneció.
Lo que vimos el 1 ° de septiembre de 2006 fue la transformación del ritual por la vía de la adversidad. Es posible que nadie vaya a extrañar el ritual del Informe, que ya había fallecido hace muchos años. La expresión de esa tarde en San Lázaro quedará en el registro histórico como la ausencia de la política. Cada parte cumplió con su papel, prácticamente no hubo sorpresas y los costos fueron bajos: el PRD había dicho que no dejaría al Presidente leer su mensaje, y así lo hizo; la movilización callejera no tuvo consecuencias; AMLO hizo un llamado a la prudencia y pidió a sus seguidores que no fueran a San Lázaro; el presidente entregó su Informe, y también tuvo prudencia y se retiró.
Las primeras evaluaciones hacen un balance de que privó la mesura y no llegamos a ver escenas de violencia física, ni tampoco verbal, dentro del recinto legislativo, y parece que en las calles no hubo grandes enfrentamientos. Los argumentos, las razones, quedan y lo que vimos el 1 ° de septiembre fue un largo silencio, se ha interrumpido el diálogo, parte básica de cualquier democracia. Cada parte tendrá que hacerse cargo de sus responsabilidades, el PRD tendrá que evaluar sus tácticas, y Fox tendrá que repensar el conflictivo final de su sexenio y su contribución al clima de polarización. Por lo pronto, vimos que en su mensaje televisivo hubo una gran desconexión de la realidad. De qué país hablaría Fox, porque no era México.
¿Qué tiene que suceder en estos días para que la política, es decir, el diálogo, el acuerdo, regresen a la vida pública?