Fox enmudecido por sus propios errores...

Recuerdan que en alguna otra colaboración, si puedo llamar así­ a lo que escribo en FECAL, decí­a que Fox se tragarí­a las ví­boras prietas y toda la clase de animales del averno que algún dí­a quiso matar a "pisotadas", pues se las tragó. Nunca mejor explicado que como lo ha escrito Julio Hernández, nuestro astillero amigo:

El forcejeo por el Zócalo acabó sentenciando a Vicente Fox a una nueva derrota oral: dos semanas atrás, no pudo leer su Informe en San Lázaro (pero lo hizo ante las cámaras del Honorable Congreso de la Televisión) y ahora no gritará en el balcón presidencial pero sí­ en el de Dolores Hidalgo que veinte dí­as atrás habí­a desdeñado. El que a lengua mata, a lengua muere: el hombre que durante seis años abusó de la palabra (en espots, en discursos, en dislates) acaba su gestión polí­ticamente enmudecido por sus adversarios (seguirá hablando, desde luego, y tendrá su Grito de consolación en tierras guanajuatenses, pero esa voz y sus significados sólo serán lastimeros).

La jornada
http://www.jornada.unam.mx/2006/09/15/004o1pol.php