
¿Qué tiene Hungria que no tenga México?
Submitted by Juan_Maltiempo on Mié, 09/20/2006 - 10:21
Mentir es engañar, el engaño
es un fraude.
¿Estamos tan ocostumbrados al
engaño que ya no hacemos nada por evitarlo?, habituarse a la
injusticia y el engaño es lo peor de los que nos ocurre.
De la jornada del dí¬a 20 de
septiembre del 2006
Rayuela
Con mentiras llegó al poder.
La televisión lo
apoyó.
Hoy, el pueblo exige su caída.
Eso, claro,
es en Hungría.
Violentos choques en Hungría;
insisten miles en la renuncia del primer ministroAFP, DPA Y REUTERS
* Ferenc Gyurcsany admite que mintió para ganar las pasadas
elecciones generalesBudapest, Miercoles 20 de septiembre. Cientos de
manifestantes sostenían esta madrugada violentos choques con
la policía húngara que intentaba dispersarlos de las
inmediaciones de la sede del gobernante Partido Socialista en esta
capital. Poco antes, unas diez mil personas se manifestaron
pacíficamente para exigir la renuncia del primer ministro,
Ferenc Gyurcsany, quien sostuvo que no dimitirá y mantendrá
su polémico programa de reformas, no obstante el rechazo
generado, tras conocerse una cinta en la que dice que mintió
durante cuatro años para ganar las elecciones de abril pasado.Los manifestantes, la mayoría jóvenes, lanzaron
objetos contra los policías que respondieron con gas
lacrimógeno. Cientos de policías antimotines, algunos
de ellos a caballo, otros con perros de combate, protegían la
sede del Partido Socialista, que era el blanco de los jóvenes.Horas antes, mientras se realizaba la segunda protesta consecutiva
en demanda de la dimisión de Gyurcsany, el jefe de gobierno
aseveró que no renunciará pese a las movilizaciones en
esta capital -las más concurridas en desde 1956, cuando
tanques soviéticos aplastaron un levantamiento popular contra
el régimen comunista- luego que el domingo pasado se reveló
una cinta en la que el premier socialista dice que mintió
durante cuatro años para ganar las elecciones de abril.Gyurcsany, un ex comunista que se volvió millonario en la
década pasada al amparo del caos generado durante el proceso
de privatizaciones que siguió a la caída del comunismo,
dijo que la noche del lunes, cuando unas 200 personas resultaron
heridas en choques con la policía, fue "la noche más
larga y más negra de la república"."El domingo por la noche pasé tres minutos pensando en
si debía o no dimitir, y si tenía o no razones para
ello, y mi conclusión fue: absolutamente no", declaró
Gyurcsany a Reuters.Los disturbios de esta madrugada se desataron luego que unas 10
mil personas protestaron nuevamente en Budapest para exigir la
renuncia de Ferenc Gyurcsany, en respuesta a la cinta en la que
reconoce que "mintió" sobre el verdadero estado de
la economía del país."En el último año y medio sólo hemos
mentido. No hicimos nada de lo que podamos enorgullecernos", se
escucha decir al cuestionado primer ministro en una cinta difundida
el domingo en la noche por la radio pública, en un discurso
que pronunció a puerta cerrada y dirigido a los diputados del
Partido Socialista en mayo pasado."Hicimos todo por mantener el secreto al terminar la campaña
electoral" en abril pasado, dijo Gyurcsany al referirse a la
relección que logró su coalición
socialista-liberal frente a la alianza derechista Fidesz, del ex
primer ministro Víctor Orban, y al hecho de que ocultó
su plan de austeridad, juzgado doloroso pero necesario.El gobernante confirmó la veracidad de la cinta, en la que
señaló que los países europeos no han sido tan
descarados, y que ellos obviamente mintieron acerca de la necesidad
de medidas de austeridad para detener un creciente déficit
antes de los comicios.Las revelaciones desataron una ola de protestas que
derivaron el lunes en una serie de disturbios y enfrentamientos de
manifestantes de ultraderecha con la policía frente al
Parlamento, donde se ubica también la sede del Poder
Ejecutivo. Después la derecha parlamentaria Fidesz les
garantizó su total respaldo.Más tarde unos 3 mil manifestantes se dirigieron hacia el
edificio de la televisión nacional, que por un momento
lograron ocupar, a la cual saquearon y prendieron fuego. El plan era
leer una petición, pero no lograron su objetivo ya que a las 4
de la madrugada de este martes fueron desalojados.El saldo fue de entre 150 y 200 heridos, incluidos unos 102
policías.Los choques entre cientos de manifestantes y la policía se
reanudaron la noche del martes al miércoles cerca del local
del Partido Socialista, en Budapest, y continuaban al cierre de esta
edición.El presidente Laszlo Solyom, respetado conservador, se declaró
incompetente para destituir al primer ministro, quien ordenó a
la policía "utilizar todos los medios para restablecer el
orden".Víctor Orban, el presidente del principal partido opositor,
Fidesz, lanzó una especie de ultimátum al jefe de
gobierno, al exigir su dimisión si el Partido Socialista
pierde las elecciones municipales del 1 º de octubre, cuyos
últimos sondeos dan a los socialistas 23 por ciento en la
intención del voto frente a 34 por ciento del derechista
Fidesz.Luego de convocar al gabinete de seguridad nacional, Gyurcsany
afirmó que los disturbios eran "responsabilidad de toda
la clase política" y eran provocados por las "mentiras"
tanto de la izquierda como de la derecha desde la caída del
régimen comunista en 1989.El jefe de gobierno rechazó la
renuncia de su ministro de Justicia, Jozsef Petretei, responsable de
la policía. </blockquote>