La policí­a de México reprime a los manifestantes en Oaxaca

Swissinfo

OAXACA, México (Reuters) - La policí­a antidisturbios mexicana, apoyada por tanquetas de agua y helicópteros, se enfrentaba el jueves con manifestantes frente a la universidad de Oaxaca, bastión de los activistas de izquierda que demandan la salida del gobernador estatal.

Los agentes federales, que retomaron el domingo el control del centro de la turí­stica ciudad sitiado desde hace cinco meses, repelí­an con gases lacrimógenos y poderosos chorros de agua a los manifestantes que lanzaban bombas incendiarias caseras.

En medio de un conflicto que ha dejado cerca de una docena de muertos, los manifestantes aún dominan algunas calles y la universidad autónoma, desde cuya cadena de radio transmiten sus consignas.

Estudiantes y activistas armados con barras de metal, algunos con mascarillas y otros con escudos de madera, salieron de la universidad para proteger sus accesos, mientras la organización radical de izquierda Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) llamaba al pueblo a defender la autonomí­a universitaria.

"Vamos a pelear hasta que salga el gobernador, mira lo que nos está haciendo, mira como está gobernando al punto de la represión, a punta de golpes", dijo a Reuters Leonardo, un estudiante de 22 años parapetado tras un muro en la universidad, con una máscara de tela como protección antigas.

Vecinos enojados salieron también de sus casas para defender la universidad y enfrentarse a los antidisturbios.

Los manifestantes dijeron que una persona resultó herida en el enfrentamiento y que desde helicópteros que sobrevolaban la zona se estaban arrojando bombas lacrimógenas. Diarios locales elevaban el número de los lesionados a tres.

SIN PLANES PARA ENTRAR

El Gobierno federal informó de que los agentes antimotines trabajaban en la limpieza de las calles aledañas a la universidad y que no entrarí­an en sus instalaciones.

"No se contempla en el plan de operaciones ingresar al recinto universitario", dijo la Secretarí­a de Seguridad Pública en un comunicado.

El conflicto se inició en mayo, cuando maestros apoyados por la APPO, que exigen mejoras salariales y la salida del gobernador, Ulises Ruiz, iniciaron paros y plantones en la ciudad.

Los disturbios ahuyentaron el turismo en la región, famosa por sus cercanas ruinas prehispánicas, su arquitectura colonial y su comida y uno de los estados más pobres del paí­s y con mayor población indí­gena.

El presidente de México, Vicente Fox, envió agentes antidisturbios a Oaxaca el fin de semana después que pistoleros vestidos de civil, aparentemente vinculados con la policí­a local, asesinaran el viernes a tres personas, entre ellas el cámara estadounidense Bradley Will.

Según diarios locales, dos presuntos asesinos de Will -un funcionario y su guardaespaldas- fueron detenidos en la tarde del miércoles.

Tras la entrada de la policí­a federal a Oaxaca, el gobernador Ruiz, a quien sus opositores acusan de corrupto y represor, se reinstaló en la ciudad capital y aseguró que no renunciará, pese a un exhorto de diputados y senadores.

Fox reconoció que heredará el conflicto a su sucesor Felipe Calderón, quien asumirá la presidencia el 1 de diciembre.

/Por Noel Randewich/.*.

Reuters (IDS)