Human Rights Watch pide a Calderón atacar uso desmedido de la fuerza pública

El conflicto en Oaxaca evidencia riesgo constante de excesos, señala; Manifesta su deseo de que se acabe con la impunidad de los delitos cometidos durante la guerra sucia dado que los resultados de la fiscalí­a especial son muy decepcionantes

Liliana Alcántara
El Universal
Ciudad de México

Viernes 03 de noviembre de 2006

Human Rights Watch destacó la urgencia de que durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa se lleve a cabo una reforma policial y judicial a fin de evitar más episodios de brutalidad en el uso de la fuerza pública y acabar con la tortura como medio para obtener confesiones "porque ese todaví­a es uno de los problemas más graves de derechos humanos en México".

En una misiva enviada al presidente electo, el director de esta organización civil estadounidense, José Miguel Vivanco, señaló que el conflicto en Oaxaca "ha dejado en claro que existe un riesgo constante de uso excesivo y desproporcionado de la fuerza pública".

Manifestó su deseo de que se acabe con la impunidad de los delitos cometidos durante la guerra sucia dado que los resultados de la fiscalí­a especial "son muy decepcionantes".

También solicitó medidas para asegurar que mujeres y niñas violadas puedan recurrir al aborto, tal como lo establece la ley.

En una extensa carta, Vivanco también pidió a Calderón Hinojosa que detalle cuáles serán las polí­ticas públicas que adoptará en concreto para promover los derechos humanos, aumentar la seguridad pública y fortalecer el estado de derecho.

En materia policiaca, Human Rights Watch manifestó que la conducta de la policí­a durante el control de las manifestaciones públicas ha sido caracterizada por excesos. "Si bien es cierto que en muchos casos las manifestaciones públicas devienen en actos de vandalismo y violencia, conforme a los estándares internacionales, ello no justifica el uso excesivo de la fuerza ya que los policí­as deben siempre reaccionar con profesionalismo y proporcionalidad", destacó.

Por ello, Vivanco urgió al próximo presidente de México a realizar una reforma policial que incluya la capacitación a los elementos de seguridad pública, generar mecanismos de control internos y externos "que desalienten los abusos y sancionen a los responsables".

En cuanto a la tortura, José Miguel Vicanco refirió que esta práctica es alentada por la propia legislación, ya que se permite que los agentes del Ministerio Público usen como evidencia las declaraciones obtenidas por la fuerza.

Agregó que el uso excesivo de la prisión preventiva constituye "una amenaza a la seguridad pública", ya que genera sobrepoblación carcelaria, entorpece el control de las prisiones y obliga a delincuentes menores a "soportar el confinamiento bajo la influencia, e incluso la supervisión, de criminales avanzados".

En este sentido, el director de la ONG destacó que la reforma judicial propuesta por el presidente Vicente Fox en marzo de 2004 podrí­a contribuir a solucionar esos problemas, ya que señala que las confesiones arrancadas por la fuerza ya no serí­an admitidas como pruebas y los jueces federales podrí­an otorgar la libertad provisional a las personas acusadas de algunos delitos graves.

Sobre la impunidad en los casos de la llamada guerra sucia de la década de los setenta, José Miguel Vivanco indicó que el siguiente gobierno deberí­a asegurar que las fuerzas armadas colaboren de manera activa en las investigaciones.

Dijo, además, que se deberí­a considerar la creación de una comisión de la verdad "con los recursos, la especialización e independencia necesarios para continuar con la investigación que inició la fiscalí­a especial".