
El PAN hacia 2006 - (más violaciones a los derechos humanos en México)
Submitted by nadezhda on Lun, 06/26/2006 - 17:07
Más adelante copio el artículo tal como aparece en la revista, antes reitero las siguientes líneas:
(Tomado de la Revista Memoria Virtual correspondiente a Junio. Por Octavio Rodríguez Araujo)
...
Felipe Calderón ha sido muy claro en sus declaraciones de intolerancia. Así lo hizo ver en una entrevista:
-Cuando invaden el rancho del presidente Fox, una turba entra literalmente hasta la cocina. Luego se hace una mesa de negociación. No cuestiono la justeza de sus demandas. En lo que no estoy de acuerdo es en sus métodos. Si soy presidente de la república y alguien entra, ya no digamos a mi casa, sino a la de cualquier mexicano, no le voy a proponer una mesa de negociación, lo voy a meter a la cárcel.
-A menudo la política se pone sobre la ley (dijo Francisco Garfias, el entrevistador).
-Eso es lo que no aceptaría (contestó Calderón).
Más clara no podría ser la posición de Calderón Hinojosa ante un movimiento social. Este es el pensamiento de derecha, en este caso de ultraderecha.
Y recuerdo entonces las declaraciones de FeCal a propósito de la reciente cobarde represión y violación a los derechos humanos en Atenco:
"El ejercicio negligente, irresponsable y abusivo de la fuerza pública es tan malo como el uso de la violencia por ciudadanos contra las autoridades... En Atenco yo habría actuado igual que Fox" (14 de mayo de 2006).
A continuación el texto completo del artículo que menciono al principio.
El PAN hacia 2006
Publicado en 208 / junio 2006 | La Nación | Rodríguez Araujo, Octavio
El 2 de julio de 2000 asistió a votar aproximadamente el 65 por ciento del padrón electoral. Una elección con baja abstención según los estándares mexicanos, aunque con una participación relativa menor que la de 1994.
Rodríguez Araujo, Octavio
El 2 de julio de 2000 asistió a votar aproximadamente el 65 por ciento del padrón electoral. Una elección con baja abstención según los estándares mexicanos, aunque con una participación relativa menor que la de 1994.
El triunfo fue de Vicente Fox (con 43.3 por ciento de la votación total) y de su partido, en este orden. Ese mismo día el PAN ganó también los gobiernos de Morelos y de Guanajuato. En el Distrito Federal triunfó el PRD con Andrés Manuel López Obrador como candidato a la jefatura de gobierno de la capital del país.
El lunes siguiente a la elección la bolsa mexicana subió 6.1 por ciento y la bolsa es un indicador muy sensible de la dinámica política, por lo que se ha podido observar en los últimos años.
Fue, la del 2 de julio, una victoria para el PAN: tanto en el senado como en la cámara baja aumentó el número de legisladores, sin ganar mayoría en ninguna de las dos instancias. Sin embargo, a los pocos días el dirigente del partido declaró que éste no estaría subordinado al próximo presidente, quizá como reacción a lo dicho por Fox durante su campaña: que él gobernaría, no su partido, y que su gabinete estaría formado por personas capacesá y no sólo por panistas. Cuatro días después de las elecciones Fox declaró en entrevista con La Jornada que El PAN tiene que respetar la decisión del Presidente de la República de elegir a su gabinete. ¡Al final quien gobierna es Vicente Fox, no el PAN! ¡El que la riega es Vicente Fox, no el PAN! ¡El que tiene los aciertos es Vicente Fox! Empero, los desaciertos de Fox arrastraron al PAN a una pérdida considerable de votos en la elección federal intermedia de 2003, en comparación con los comicios anteriores. Es pertinente mencionar que ese año hubo 58.3 por ciento de abstención computada por el Instituto Federal Electoral para la elección de diputados de representación proporcional1.
Cuando triunfó Fox el coordinador de la bancada panista era el diputado Felipe Calderón Hinojosa, expresidente del partido. Calderón fue claro al principio respecto de la relación del PAN con el futuro presidente. Fue así que, a finales de julio de 2000, dijo que el apoyo del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados a Vicente Fox no será ni incondicional ni acrítico
Cuando Calderón terminó su periodo como diputado, fue nombrado por Fox director General del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), de febrero a septiembre de 2003, un puesto de segunda en la administración federal (que ocuparía en su lugar el yunquista Luís Pazos) y, posteriormente, de septiembre de 2003 a mayo de 2004, secretario de Energía en lugar de Ernesto Martens. Un ascenso para Calderón. Estos cambios se realizaron el 2 de septiembre de 2003, al día siguiente del Informe presidencial ante el Congreso. El cambio de Martens por Calderón, se dijo en Presidencia, tuvo como finalidad la promoción de las reformas necesariasá en el sector energético, mismas que apuntaban desde la campaña de Fox a la privatización del sector eléctrico y de la petroquímica. Este cambio en el gabinete no fue muy claro, pues Ernesto Martens, como exdirector general de Union Carbide, Vitro y Cintra (grupo ligado a Aeroméxico y Mexicana de Aviación), estaba de acuerdo con la privatización no sólo del sector eléctrico, sino de Pemex, pero quizá no hizo bien el papel que se le había asignado, pues algo mencionó Fox en su informe del primero de septiembre al aceptar que había fallas en su equipo de trabajo. Asimismo, se interpretó que, a mitad del sexenio, el presidente tenía que darle mayor injerencia al PAN para ir preparando la sucesión presidencial. Víctor Lichtinger sería sustituido por el panista Alberto Cárdenas Jiménez (miembro del Consejo Nacional y exgobernador de Jalisco) en Semarnat2, Calderón en Energía, Luís Pazos (exvice coordinador de los panistas en la Cámara de diputados) en Banobras y José Luís Luege, quien hasta el día anterior había dirigido al PAN en la Ciudad de México, en la Procuraduría del Medio Ambiente. Panización del gabinete, se dijo, pero había algo más: tanto Pazos como Cárdenas Jiménez son conocidos miembros de la ultraderecha mexicana, relacionados con Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC) y, por tanto, con El Yunque.
En enero de 2003 ya era claro que Marta Sahagún, esposa del presidente Fox, aspiraba a un cargo de elección popular, concretamente a suceder a su marido en 2006. Se decía entonces que ella representaba el poder tras el trono y las críticas al inquilino de Los Pinos eran cada vez más frecuentes. Se hablaba ya de la presidencia bicéfala y de la pareja presidencial Los esfuerzos de la señora de Fox por promover su precandidatura a la Presidencia fueron mayúsculos, a veces de manera directa y otras veces mediante formas sibilinas. A través de la fundación Vamos México estableció triangulaciones con instituciones públicas y privadas, algunas de aquellas bajo sospechas de desviación de dinero, como fue el caso de la Lotería Nacional. La directora de esta dependencia, Laura Valdés Ruiz, fue acusada en junio de 2004 no sólo de desvío de fondos, sino de favorecer las ambiciones electorales de Marta Sahagún a través del fideicomiso de la Lotería Nacional llamado Transforma México, que ha operado en combinación con Vamos México 3 y con la empresa En Punto Relaciones Públicas de los esposos Henkel, que ha hecho trabajos también sospechosos para la Presidencia de la República con la complicidad de Ramón Muñoz Gutiérrez, otro ultraderechista del Yunque y titular de la Oficina de Innovación Gubernamental4. Interesa hacer notar que todas estas anomalías fueron compartidas por el presidente Fox, influenciado por su esposa o por consejo de sus asesores -es irrelevante. La idea era que Marta Sahagún fuera la candidata del PAN para suceder a su marido. Luís Felipe Bravo Mena, el presidente yunquista de Acción Nacional, fue también cómplice de estas maniobras. Bravo llegó a declarar que metería las manos al fuegoá por Laura Valdés y la Lotería Nacional5. Al final, cuando Valdés fue sustituida, Bravo Mena incumplió su palabra y cuando terminó su periodo al frente del PAN fue premiado como embajador en el Vaticano.
Para esas fechas, y a pesar de que el empresario Juan Sánchez Navarro ya había destapado a Santiago Creel como sucesor deseable de Fox 6, Marta Sahagún insistía en proyectarse como la candidata idónea, siempre de manera zigzagueante. Sin embargo, la renuncia del secretario particular de Fox, Alfonso Durazo Montaño, más los líos relacionados con Vamos México y Transforma México, llevaron al presidente a declarar desde Brasilia que su esposa no sería candidata. Durazo renunció con una carta de 19 cuartillas que fue publicada en varios medios. La importancia de esta carta fue que en ella denunciaba las aspiraciones de Marta Sahagún a la Presidencia, con el beneplácito de su esposo 7. En el plan B estaba Santiago Creel y pronto se iniciaron las especulaciones en este sentido. El problema del secretario de Gobernación fue que, pese a las posibilidades que le brindaba su cargo, no ganaba popularidad entre los ciudadanos ni entre los panistas en general y, para colmo, en Jalisco el gobernador destapó a Felipe Calderón como el posible abanderado del PAN para la Presidencia /www.jornada.unam.mx/2004/05/29/007n3pol.php?origen=politica.php&fly=1">8.
Fueron días muy difíciles para el blanquiazul, como puede apreciarse. Una serie de hechos se sucedió de manera precipitada y el resultado fue que la llamada primera dama vio desmoronarse su ambición de dirigir el país desde Los Pinos. Como Calderón no estaba en el plan B, Fox lo hizo renunciar a la Secretaría de Energía, demostrando con ello su intolerancia hacia quien estaba haciendo lo mismo que había hecho el entonces gobernador de Guanajuato, con una diferencia importante: que Calderón se lanzaba por la Presidencia desde el PAN y no al margen del partido.
La paradoja de la decisión de Fox fue que, sin querer, ayudó a fortalecer la precandidatura de Calderón. Deberá recordarse que Fox, para muchos panistas, no era un verdadero militante de tradición y prosapia, en tanto que el ex secretario sí, supuestamente era hijo de Luís Calderón Vega9 y militante desde muy joven (a los 33 años era presidente de su partido) aunque no seguidor de las enseñanzas de su padre (como mucha gente cree10). Al obligarlo a renunciar le dio puntos, pues no fue asociado por los panistas como un allegado del presidente. Este elemento permitió al precandidato aventajar a su contrincante Creel. Los otros dos, Barrio y Cárdenas Jiménez, eran en realidad de relleno, con muy pocas probabilidades de triunfar en las internas del partido. Sin embargo, una vez que Felipe Calderón se sintió seguro, hizo declaraciones que lo acercaban, objetivamente, a Fox y que no lo ubicaban como contrario a éste. No era el candidato de Marta Sahagún ni de su esposo, pero sí tuvo que ser el candidato del PAN dominado por El Yunque, primero con Bravo Mena y luego con Manuel Espino Barrientos11, un golpeador político que de inmediato, una vez presidente de su partido (5 de marzo de 2005), lo llevó a cerrar filas con el gobierno o más bien al revés. A partir de esta lógica, como por arte de magia, se acabaron las diferencias entre el candidato, los panistas y el presidente de la República. Todos unidos para mantener y ampliar el poder institucional un sexenio más y los que siguen.
Medina Plascencia, el otro fuerte contrincante de Espino, perdió por 21 votos de los consejeros en la segunda vuelta y como no se reunieron los votos suficientes para que cada uno de los candidatos finales alcanzara el mínimo estatutario, Medina declinó y aceptó el triunfo del yunquista. Sobra decir que Fox le levantó la mano al ganador haciendo con la otra la V de la victoria, mientras Marta Sahagún aplaudía. Medina Plascencia, por su lado, anunció que se retiraría de la vida pública al terminar su cargo como senador, que no buscaría más puestos de elección y, lo más importante, que lo sucedido obligaba a una seria reflexión12. Esta última parte del mensaje, que parecería enigmática desde fuera, fue interpretada por algunos panistas como la consolidación del Yunque en la dirección del partido, otro partido en nada parecido al de sus primeros 35 años.
La nueva unidad del PAN, propuesta por su nuevo presidente, es diferente a la que se daba en el PRI cuando gobernaba el país. La unidad del Revolucionario Institucional, a veces más aparente que real, estaba determinada, sexenalmente, por el presidente de la República, quien nombraba y quitaba libremente al presidente del partido y a la mayor parte de sus secretarios. La unidad que impuso Espino no fue subordinada al jefe del Ejecutivo federal, sino a su propia dirección, bajo el argumento de que sólo unidos ganarían los comicios de 2006, triunfo con el que Espino se comprometía, en claro contraste con su antecesor (Bravo Mena) que en 2003 y elecciones locales sucesivas había acumulado pérdidas significativas, no sólo de votos en general, sino de ciudades importantes del país.
La estrategia de Manuel Espino para la campaña hacia 2006 ha sido clara para todo mundo: disminuir la popularidad de Andrés Manuel López Obrador mediante ataques y falsedades, además de correlaciones absurdas entre el candidato y el presidente de Venezuela. Grandes cantidades de dinero se han gastado en spots en radio y televisión en esa campaña, con la complacencia objetiva de los consejeros del Instituto Federal Electoral, en particular de su presidente. Felipe Calderón Hinojosa, por otro lado, se ha dejado seducir por la estrategia espinista y la ha hecho suya sin ningún reparo; pero los ataques a AMLO vienen de antes y también de parte del gobierno panista.
El 14 de marzo de 1999 la revista Proceso registró en su portada que Fox se asumía como populista. Sin embargo, años después el populismo le provocaba nauseas al ya presidente de la república. ¿Era el populismo o López Obrador calificado de populista?
El gobierno, y no sólo su partido, ha tratado por todos los medios de sacar a AMLO de la jugada, con la complicidad de solícitos personajes escondidos en las sombras (no todos). Los casos de Bejarano y Ponce fueron exhibidos, casualmente, en la televisión privada que ahora goza de beneficios con la llamada Ley Televisa; inculpados en los videos, fueron separados de sus cargos y sancionados conforme a derecho después de las investigaciones correspondientes, pero para la contra propaganda panista siguieron siendo un argumento descalificador del candidato perredista13. Asimismo, se quiso usar el sueldo del coordinador de logística del jefe de gobierno del Distrito Federal, quien también manejaba su automóvil, para desacreditar al funcionario. Posteriormente, se quiso desaforar al jefe de gobierno por un asunto poco claro, con el propósito de quitarle sus derechos políticos y no solamente separarlo del cargo, sino, eventualmente, meterlo en prisión (el caso de El Encino). Más adelante, ya con factura del PAN (y también de Roberto Madrazo del PRI), se le ha querido desacreditar de mil maneras, inclusive llamándolo un peligro para Méxicoá, que es acusación grave e ignorada por el Instituto Federal Electoral cuyo consejo está formado exclusivamente por panistas y priistas.
La idea, tanto del gobierno como de su partido, ha sido y es evitar no sólo perder el poder, sino que llegue a éste alguien que no vacilaría en ventilar públicamente todas las turbiedades de la ultraderecha, como ya lo hizo en el pasado con el caso de Fobaproa-Ipab14, que apoyó sin rubor Calderón Hinojosa cuando era presidente del PAN (y cuando López Obrador era presidente del PRD)15. Los medios han llamado guerra sucia a la propaganda contra el candidato del PRD y tienen razón. Manuel Espino, por si hubiera alguna duda, dijo que se continuaría con ella, pues le había dado buenos resultados a su partido y a su candidato.
Los sucesos en San Salvador Atenco (3 y 4 de mayo), más las declaraciones del Subcomandante Marcos en Televisa en el sentido de López Obrador va a ganará16, han servido para que el PAN (y el PRI) relance su propaganda en favor del voto del miedoá, que tan buenos resultados le dio al Revolucionario Institucional en 1994. Ahora es Atenco y los bloqueos de carreteras y calles que ha promovido la Otra Campaña en varias ciudades del país. Mañana ya inventarán otra cosa. La idea es presentar a la izquierda, en cualquiera de sus matices, como violenta; y para la gente poco informada éste es un elemento que hará difícil la próxima elección.
Felipe Calderón ha sido muy claro en sus declaraciones de intolerancia. Así lo hizo ver en una entrevista:
-Cuando invaden el rancho del presidente Fox, una turba entra literalmente hasta la cocina. Luego se hace una mesa de negociación. No cuestiono la justeza de sus demandas. En lo que no estoy de acuerdo es en sus métodos. Si soy presidente de la república y alguien entra, ya no digamos a mi casa, sino a la de cualquier mexicano, no le voy a proponer una mesa de negociación, lo voy a meter a la cárcel.
-A menudo la política se pone sobre la ley (dijo Francisco Garfias, el entrevistador).
-Eso es lo que no aceptaría (contestó Calderón)17.
Más clara no podría ser la posición de Calderón Hinojosa ante un movimiento social. Este es el pensamiento de derecha, en este caso de ultraderecha.
1 Ver (http://www.ife.org.mx/InternetCDA/FrameGen/gen_frame.jsp?pageFrame=./est...).
2 Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. La separación de Lichtinger no fue sólo para darle entrada a Alberto Cárdenas, sino para evitar que el secretario actuara en contra de un protegido de Marta Sahagún, Raúl Arriaga Becerra, quien se había distinguido como subsecretario por otorgar permisos ilegales y de traficar con mamíferos marinos en favor de empresarios privados.
3 La secretaria ejecutiva de Vamos México era hermana de la directora de la Lotería Nacional. La Jornada, 12 de junio de 2004.
4 Muñoz ha sido el principal consejero de Fox y lo ha acompañado desde la campaña de éste al gobierno de Guanajuato, donde fungió como coordinador de asesores. Su pseudónimo en El Yunque es Julio Vértiz. Véase su currículum en (http://www.presidencia.gob.mx/gabinete/index.php?contenido=15053&gabinet...); también Álvaro Delgado, El ejército de Dios, (nuevas revelaciones sobre la extrema derecha en México), Plaza y Janés, México, 2004, passim.
5 Véase La Jornada, 4 de junio de 2004.
6 La Jornada, 6 de junio de 2003.
7 Véase la carta completa en La Jornada, 6 de julio de 2004. Entre otras revelaciones, Durazo dijo lo siguiente, que no se presta a interpretaciones equívocas: Ciertamente el país ha avanzado políticamente; tanto, que está preparado para que una mujer llegue a la Presidencia de la República; sin embargo, no está preparado para que el Presidente deje a su esposa de president
8 La Jornada, 29 de mayo de 2004.
9 Calderón Vega, michoacano también, fue uno de los fundadores del PAN y ha escrito varios libros sobre la historia de este partido.
10 Así, por ejemplo, el padre de Felipe opinaba en 1984, lamentándose, que el PAN pretendía ser un partido de una clase, la empresarial, y no de varias clases como había surgido. >a href="http://www.proceso.com.mx/anapol.html?aid=40000">Véase Álvaro Delgado, No hay más: liberales y conservadoresá, Proceso, 3 de mayo de 2006.
11 Espino rechazó ser miembro del Yunque, pero lo hizo de manera ambigua. Véase la entrevista concedida a Claudia Herrera, La Jornada, 12 de diciembre de 2005. Empero, en otra entrevista con este diario, en 1996, aceptó haber sido miembro de Desarrollo Humano Integral Acción Ciudadana (DHIAC), que fue una de las fachadas del Yunque. Véase La Jornada, 11 de marzo de 2002.
12 Véase La Jornada, 6 de marzo de 2002.
13 El diputado panista Federico Dí¶ring Casar fue quien entregó, el 2 de marzo de 2004, los videos de Bejarano al noticiario El mañanero de la televisión. El día anterior López Dóriga en El noticiero exhibió el video de Ponce en un hotel de Las Vegas. Véanse La Jornada y Reforma del 2 y 3 de marzo de 2004.
14 Fondo Bancario de Protección al Ahorro e Instituto para la Protección al Ahorro Bancario. El primero fue creado por Salinas en 1990 y sirvió para convertir en deuda pública los débitos de empresarios y banqueros. El segundo, creado en 1999, fue producto de la iniciativa del PAN y del PRI para proteger a los banqueros bajo el pretexto de proteger a los ahorradores.
15 Ver reseña del debate entre ambos en La Jornada, 29 de octubre de 1998. Véase también Andrés Manuel López Obrador, Fobaproa: expediente abierto, Grijalbo, México, 1999.
16 Entrevista de Carlos Loret de Mola a Marcos, Televisa, 9 de mayo de 2006.