rodrigo vera
Proceso

Lago de Guadalupe. Méx., 14 de noviembre (apro).- Acompañado por su secretario de Gobernación, Carlos Abascal, el presidente Vicente Fox acudió hoy a la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) para despedirse de los obispos del paí­s, que celebran aquí­ su 82 asamblea plenaria.

Fue un evento privado que se realizó en el salón de sesiones de la sede del episcopado. Ahí­, los más de 100 obispos colocaron a Fox en el presidium, bajo un enorme crucifijo, para que les diera su mensaje de despedida.

Abascal comentó a los medios en qué consistió el mensaje del presidente a los jerarcas católicos:

El presidente les dijo que hizo su máximo esfuerzo por el paí­s, que los resultados ahí­ están y tienen que juzgarse con perspectiva histórica. Les dijo que el paí­s está en marcha y que hay que seguir construyéndolo todos los dí­as, con nuevas metas y nuevos retos

-- ¿Y cuál fue el mensaje de los obispos a Fox?

--De reconocimiento a su labor realizada, y le desearon que Dios lo bendiga en su siguiente etapa de vida.

Fue un evento histórico, pues es la primera vez que un presidente mexicano acude a la sede del episcopado para hablar con la jerarquí­a católica.

Así­ lo reconoció monseñor Abelardo Alvarado, presidente del Departamento de Relaciones Iglesia-Estado:

La visita del presidente Fox es un hecho inédito. Nunca antes, un presidente habí­a venido a visitarnos. Y esta visita fue una iniciativa que tomó el propio presidente Fox. Vino a agradecernos el apoyo institucional que le brindamos a su gobierno

El encuentro duró una hora, de las 13 a las 14 horas. Sin embargo, desde temprano, los miembros del Estado Mayor Presidencial (EMP) llegaron a la sede del episcopado para supervisar la instalación de todas las medidas de seguridad, como vallas metálicas y un arco detector de metales por el que se hizo pasar a los periodistas que cubrieron el evento.

Fueron tan rigurosas las medidas de seguridad que, inclusive, a los periodistas no se les permitió usar el amplio estacionamiento del episcopado, por lo que tuvieron que estacionar sus automóviles en un convento de monjas de vida contemplativa, que está frente a la sede de la CEM.

Fox y Abascal llegaron en un helicóptero que aterrizó a muy corta distancia, en un amplio descampado. De ahí­ fueron trasladados al episcopado a bordo de una camioneta suburban, color plata, escoltada por otros vehí­culos.

Al llegar al enorme bunker de la CEM, Fox y Abascal fueron recibidos en la puerta por monseñor Martí­n Rábago, Adolfo Suarez Inda y Carlos Aguiar Retes, presidente, vicepresidente y secretario general del episcopado, respectivamente. También, por el nuncio apostólico en México, Giusseppe Bertello.

Después, todos ellos compartieron el presidium con Fox y Abascal. Frente a ellos, estaban sentados los obispos del paí­s, en el graderí­o escalonado y circular. No se permitió el acceso a los medios.

Al término del encuentro, Fox se regresó en el helicóptero. Pero Abascal se quedó a comer con los obispos. Y aprovechó para dar una breve conferencia de prensa, en la que relató los pormenores del encuentro.

Abascal también abordó el tema de la próxima toma de protesta del presidente electo, Felipe Calderón, acto que se realizará el próximo 1 de diciembre y que el PRD piensa boicotear.

El Congreso de la Unión es el que tiene la responsabilidad de preparar ese acontecimiento, en el que el presidente electo rendirá su protesta de leyá, dijo el secretario de Gobernación, quien llevaba en mano un ejemplar de la Constitución del paí­s.

Y citó los artí­culos 83, 85 y 87 constitucionales, en los que se le da al Congreso esa facultad.

Recalcó:

No es facultad del Poder Ejecutivo decidir dónde y cómo se hace la toma de posesión. Es el Congreso el que debe tomar las medidas pertinentes, ya sea polí­ticas, jurí­dicas o de seguridad

Finalmente, confí­o que los legisladores sabrán resolver este problema:

Es un trabajo polí­tico que deben hacer los presidentes de los partidos polí­ticos. Ellos deben hablar con sus respectivas bancadas. Esto debe resolverse polí­ticamente, pues estamos en un paí­s que quiere avanzar. No podemos darle al mundo un espectáculo tan denigrante de nuestro poder legislativo

El próximo viernes, será Felipe Calderón quien vendrá a la sede del episcopado para sostener un encuentro con los obispos. La de Fox fue la despedida. Ésta será la bienvenida.