
Reflexionar el voto
Submitted by nadezhda on Dom, 07/02/2006 - 19:46
El Financiero impreso
26 de junio de 2006
Araceli Damián
El domingo 2 de julio tendremos la ocasión para decidir, mediante nuestro voto, el tipo de sociedad que deseamos construir.
Votar por Felipe Calderón representa el continuismo, sumirse en el conformismo social. Votar por Andrés Manuel representa la posibilidad de cambio, escapar del conformismo en el que estamos atrapados, atreverse a pensar que las cosas pueden ser distintas y mejores para todos.
En dos ocasiones, en 1988 y en 2000, el voto de los mexicanos se inclinó por el deseo de modificar el statu quo.
No obstante, en la primera, entonces partido en el poder, el PRI, recurrió a la "oportuna" caída del sistema y se desconoció el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas, candidato a la presidencia por una coalición de izquierda. PAN y PRI se aliaron para legitimar tan fraudulenta elección, a tal grado que por iniciativa del entonces diputado federal panista Diego Fernández de Cevallos, se quemaron las boletas electorales que daban el triunfo a Cárdenas.
En 2000, tras haber padecido casi dos décadas de crisis económicas, un deterioro constante del poder adquisitivo, la falta de empleos y un gobierno cada vez más corrupto, la sociedad mexicana mostró, una vez más, su descontento, y votó mayoritariamente en contra del PRI, favoreciendo al entonces candidato del PAN, Vicente Fox, cuyo triunfo fue posible gracias al apoyo de amplios sectores de centro e izquierda que si bien votaron a su favor, no lo hicieron por respaldar su propuesta, sino con la intención de derrotar al PRI.
Consciente de ese apoyo, Vicente Fox prometió encabezar un gobierno de transición. Sin embargo, privilegió las negociaciones con el PRI y empresarios, dejando a un lado las promesas de cambio, de eliminación de la corrupción, de fomento a la economía, y de generación de empleos, entre otras.
Ahora nos dicen que su gran "logro" económico fue mantener niveles bajos de inflación. Pero el autonombrado gobierno del "cambio" sólo se limitó a seguir la misma política cambiaria y monetaria del PRI, y con ello sacrificó el crecimiento de la economía, al mantener un peso sobrevaluado y altas tasas de interés.
En materia social, el panismo afirma que su gran "logro" fue el Oportunidades; no obstante, a diez años de su creación, éste no ha resuelto el problema de la pobreza en nuestro país.
Por otra parte habrá que recordarle a los panistas que el Oportunidades fue creado por los priistas, además de que la ampliación de su cobertura fue posible gracias a que la oposición, en la Cámara de Diputados, se negó a aprobar la reducción del gasto social en el presupuesto, propuesta por el Ejecutivo federal panista en su primer año de gobierno.
Los grandes fracasos de la presente administración son varios y de distinta índole. La pobreza continúa en niveles elevados (y está en aumento), no se generaron empleos, el desempleo creció y la emigración por motivos de económicos a Estados Unidos está en los niveles más altos de la historia. Asimismo, el sistema policiaco y judicial está plagado de corrupción e injusticias.
Estos factores han llevado al país a una perversa conjugación de pobreza, desempleo, delincuencia e injusticia. Muestra de ello es la decapitación , la semana pasada, de cuatro personas en Sinaloa, que fueron secuestradas por un comando entre 70 y cien individuos con identificación de la AFI (Agencia Federal de Investigación). Más allá de la atrocidad del suceso, cabe preguntarse si todos esos individuos hubieran participado en tan ruin acto si contaran con un empleo legal bien remunerado.
Durante esta administración, ningún pez gordo fue llevado a la cárcel. Por el contrario, el PAN negoció con el PRI la impunidad de los implicados en el Pemexgate a cambio del mismo trato para quienes cometieron delitos electorales mediante Amigos de Fox.
Como candidato, Fox también prometió castigar a quienes orderaron el asesinato de estudiantes en 1968 y 1971, así como a los responsables de la desaparición y asesinato de opositores a los gobiernos priistas durante la guerra sucia en los años setenta, y de líderes de izquierda durante los ochenta y noventa. Sin embargo, todo fue una farza y los culpables de esas atrocidades siguen sin castigo.
Tampoco se limpiaron los expedientes del Fobaproa. Por el contrario, como ha sido denunciado recientemente, el actual gobierno panista ha permitido el uso de información privilegiada para favorecer a familiares y amigos (por ejemplo, los hijos de Martha Sahagún,; el cuñado de Felipe Calderón, Hildebrando Zavala, los Bueno Torio en Pemex, entre otros).
En fechas recientes, el gobierno federal ha dado muestra de cómo será su política de manejo de conflictos sociales si queda de nuevo el panismo en el poder. Han quedado impunes los asesinatos de los mineors en Las Truchas, Lázaro Cárdenas, y los de Pasta de Conchos (muertos en un accidente que pudo ser evitado por la empresa). Tampoco se han frenado ni esclarecido los asesinatos de hombres y mujeres en Ciudad Juárez, y en poco se avanza en el castigo a los responsables de la salvaje represión y violación de mujeres en Atenco.
Junto con el PRI, el PAN ha detenido la aprobación de leyes que permitirían la democratización de los sindicatos, que otorgarían autonomía plena al DF, despenalizarían el aborto, reconocerían a las sociedades de convivencia, etcétera.
Por otra parte aprobaron leyes que benefician a los sectores de mayores ingresos (por ejemplo, reducción de la tasa más alta del IS); intentaron autorizar otras que afectarían el bienestar social (IVA en alimentos y medicinas), o que privatizarían los bienes de la nación (petróleos o electricidad).
Se avecina un momento incierto, pero posiblemente maravilloo. De aganar la izquiera, la ciudadanía mexicana demostrará que ni la televisión, ni la campaña de miedo orquestada desde el poder, pueden orillarla a conformarse a vivir en una sociedad llena de injusticias y abusos. El reto para la izquiera será mayúsculo, pero la esperanza de que cambien las cosas es aún mayor. Vota el 2 de julio.
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El Colegio de México
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