El Financiero impreso

29 de junio de 2006

Juan Castaingts Teillery

No pretendo influir en el voto de los lectores. Cosndero que son personas inteligente, con información suficiente y que a estas alturas, ya decidieron su voto en términos razonables.

No pertenezco a ningún partido. No me encuentro satisfecho con la campaña que acabamos de presenciar; lo negativo ha sido lo predominante. Se ha prometido mucho, a tal grado que las promesas de todos ellos son inalcanzables y en todos los casos con contenido demagógico. Además, en las promesas: a) no se estableció la jerarquí­a de las mismas; b) no se especificó el camino para su cumplimiento y, c) no se proporcionó una estrategia de gobierno para resolver los problemas clave.

Pienso que a pesar de los avances democrátvos, lo que predomina es la partidocracia.

Nos encontramos en una división clara entre una derecha y una izquierda. Así­, el paí­s está dividido en dos alas. Dos concepciones de orientación hacia el futuro y tres grandes partidos.

El PRI pretende definirse como de centro, pero no nos ha especificado en qué consiste esta cosmovisión centrista. Todo indica que el PRI se alejará de la presidencia de la república pero que tendrá una fuerte presencia en las cámaras y posiblemente, sea la primera minorí­a. Por ello podrá jugar el poderoso papel de biscagra, pero esta posibilidad depende mucho de las condiciones en que este partido se pueda federar y de quén sea el nuevo lí­der. Hay que aclarar que jugar el papel de bisgra, no quiere decir que sea el centro en el espectro polí­tico.

Debo decir que mi voto no puede ser a favor del PAN. Mis razones son las siguientes:

1) Es cierto que el PAN no fue el promotor del Fobaropa, pero fue el principal insitgador del IPAB. Es cierto que no habí­a muchas opciones y que habí­a que salvar el ahorro y mantener en adecuado funcionamiento el sistema bancario, pero no fue lo que se hizo. Salvó y financió a numerosos banqueros que no sólo habí­an cometido graves errores sino que también en algunos cass, actos de ilegalidad y/o contrarios a la ética más elemental. No se cobraron adecuadamente muchas deudas y se salvó a muchos como depositantes, cuando en nutridas ocasiones eran los mismos que habí­an caí­do en carteras vencidas por juegos corruptos. Se retardó en forma absurda la decisión de solucionar el problema de carteras vencidas con el resultado de que las cuentas crecieron en forma desmesurada impulsadas por una polí­tica absurda de gigantescas tasas de interés inducidas por el Banxico. Es difí­cil convecernos que el IPAB haya sido la mejor silución con las carretadas de errores, triquiñuelas y corrupción que hubo en la época. Hoy dí­a hay dudas fincadas de relaciones de dudoso carácter ético y legal entre el IPAB y algunos miembros de la familia presidencial.

2) La llamada ley Televisa, busca legitimar un duopolio que tendrí­a profundas consecuencias negativas en la educación y en la formación de las conciencias de los mexicanos, así­ como en la estructuración de los mercados. Una institución clave en los mercados con sana competitividad si la institución televisiva está dominada por un duopolio.

3) Hemos vivido seis años de uno de los gobiernos más mediocres de la historia del paí­s. Se desperdiciaron recursos en divisas en forma increí­ble. Se dejaron pasar oportunidades. Se fincó todo en el dios mercado y en el gobierno económico predominó la ineptitud. No puedo votar por la continuidad.

4) Pienso que puede haber cierto tipo de inversión privada en el rubro de la electricidad, pero considero que los recursos petroleros deben quedar en manos de la nación. Pemex requiere una reestructuración a fondo y el gobierno panista actual no hizo nada al respecto.

5) Considero que la cultura es primordial y que los gobiernos panistas se encuentran cercanos al grado cero de la misma.

6) La orientación hacia el crecimiento ofrecida por el señor Calderón (en el dudoso caso de realizarse) impulsará el mismo crecimiento fragmentador de lo social (por la exclusión que genera) y concentrará los frutos del esfuerzo colectivo en unas cuantas manos.

Tengo muchas dudas con respecto al candidato de la coalición Por el Bien de Todos, veo demasiados expriistas y poca congruencia en los proyectos que nos han ofrecido, pero considero que necesitamos mejorar la pésima distribución de del ingreso que padecemos, que es indispensable hacer cambios importantes en la polí­tica económica y que requerimos rehacer el mercado interno; por eso considero que el menos malo es el señor López Obrador y votaré por él. Independientemente de quién gane, ser vigilantes y crí­ticos será una obligación.

correo-e:castaingts42-juan@yahoo.com.mx
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Profesor Investigador UAM-I