AGENDA CONFIDENCIAL - Gil Dí­az "herencia maldita"

El Financiero Impreso

Luis Soto
Lunes, 11 de diciembre de 2006

Gil Dí­az "herencia maldita".

El peor secretario de Hacienda que ha tenido este paí­s en toda su historia (Francisco Gil Dí­az) dejó a su sucesor una "herencia maldita" superior a los 550 mil millones de pesos... pero por cobrar a los contribuyentes de todos los tamaños. Como era de suponerse, el heredero, Agustí­n Carstens, no sabe cómo recuperar esa lana para beneficio de la sociedad, y lo primero que se le ocurrió fue perdonar a todos los deudores, siempre y cuando hagan un acto de contrición en donde se arrepientan de todos sus pecados fiscales y juren que nunca más volverán a evadir o eludir al fisco; que van a cumplir religiosamente con sus impuestos, que "ya no se la van a jugar". A los contribuyentes cumplidos prometió premiarlos -no especificó con qué, pero se sospecha que les va a dar unos caramelitos-, para que no se sientan tan estúpidos por haber pagado puntualmente sus obligaciones.

El secretario de Hacienda concluyó que sale más barato "perdonar" a más de 2.2 millones de contribuyentes morosos, que cobrarles. Además, tácitamente reconoció que los funcionarios encargados de la recaudación y de llevar los juicios contra los defraudadores fiscales no fueron tan eficaces como su antecesor presumí­a. Lo extraño del asunto es que Carstens ratificó en sus puestos a "ambos dos", como dirí­a Vicente. A José Marí­a Zubirí­a (SAT) y a Luis Mancera Arrigunaga (procurador fiscal). Sus razones de peso habrá tenido, aunque los sospechosistas señalan que Gil le pidió que dejara a Zubirí­a, y en cuanto a Mancera fue por el agradecimiento al padre de este muchacho. Luis es hijo biológico de don Miguel y Agustí­n su hijo putativo.

Así­ platicó Carstens a los diputados su estrategia para aumentar el padrón de contribuyentes:

"Se establecerí­a un estí­mulo al correcto cumplimiento de los pagos mensuales. Éste es un primer -pienso- paso que se da en esa idea de promover el cumplimiento voluntario y premiar, de alguna, manera a aquellos que cumplen en tiempo y forma con sus obligaciones.

"Se va a desarrollar, se propone desarrollar un programa de saneamiento focalizado a la cartera de créditos fiscales. Actualmente la Secretarí­a de Hacienda tiene créditos fiscales por arriba de 550 mil millones de pesos, un porcentaje altí­simo de los cuales se juzga que es incobrable ya por los años que tiene, por los recargos, etcétera. Esto implica más de 2.2 millones de contribuyentes. Lo que se busca a través de esto es en cierta medida reconocer la incobrabilidad, pero más que nada el objetivo será dar una oportunidad a los contribuyentes de regularizar su situación con el fisco." (Gracias, gracias, no se molesten por nosotros que vivimos felices en la informalidad, responden parte de esos 2.2 millones de contribuyentes.)

"Por lo tanto, con reglas muy claras dependiendo de cuándo se generaron estos créditos fiscales, se propone establecer reducciones importantes de capital sobre esos créditos para que con un pago adecuado se salde la situación de incumplimiento del contribuyente." (Pónganse de acuerdo; la amnistí­a fiscal considera reducciones, descuentos, rebajas, o cancelación total, "borrón y cuenta nueva" o "cuenta nueva y borrón" o qué onda, preguntan algunos ingenuos interesados.)

"Este programa durarí­a durante el año 2007, terminarí­a en el año... para el 2008 no aplicarí­a y a partir del año 2008, toda la información de morosos -por decirlo así­- o de faltantes en sus obligaciones con el fisco, se reportarí­an al Buró de Crédito", abundó el secretario Carstens. ¡Uy, qué miedo! Responden aquellos que se encuentran en la ilegalidad.

"Para eliminar un porcentaje importante de la necesidad de personas fí­sicas de declarar, se aumentarí­a el ingreso mí­nimo necesario para tener que declarar -presentar una declaración- ésta aumentarí­a de 300 a 400 mil pesos y esto harí­a que más de 250 mil personas no tuvieran que preparar y presentar una declaración anual. Por otro lado, hemos hecho en el SAT avances muy importantes para facilitar la contribución, modernizar el esquema y para reducir los costos se ampliarí­an los permisos para que los contribuyentes puedan almacenar su contabilidad en medios electrónicos." ¡Cuánta generosidad! Responden los contribuyentes.

"Estas son medidas, entre otras, que es difí­cil cuantificar su impacto pero nosotros pensamos que en el tiempo abonarán a una mejor recaudación a que se cumplan los principios básicos de cualquier sistema tributario en el sentido de que todo aquel que tenga que pagar en condiciones iguales, pague de la misma manera. Y también inspirado en el objetivo de simplificar el cumplimiento de las obligaciones, porque nosotros también pensamos que muchas veces no se contribuye porque es tan caro y tan difí­cil contribuir que mucha gente simplemente dice «prefiero jugármela »."

Si después de reconocer que es prácticamente imposible cobrar los créditos fiscales a los 2.2 millones de contribuyentes morosos, el secretario de Hacienda piensa que con la serie de medidas propuestas van a dejar de practicar su "deporte favorito" que es la evasión y la elusión, pues cuánta ingenuidad, acotan los especialistas.

Agenda previa

Acostumbrada a imponer sus intereses para presionar al gobierno mexicano y en una nueva etapa de su estrategia para incursionar, a cualquier costo, en el mercado mexicano de la televisión, General Electric (GE), accionista de NBC y Telemundo, contrató los servicios del despacho de Luis de la Calle y Julio Madrazo con el claro objetivo -sospechan los malosos- de intentar comprar voluntades en el gobierno federal. Su apuesta por este despacho es clara: saben perfectamente que Julio Madrazo tiene "buenas palancas" en algunas dependencias del gobierno.

Y sólo para dimensionar lo que desembolsan en la compra de favores de gobierno, el año pasado GE gastó más de 24 millones de dólares en lobbying en Estados Unidos; y en este 2006, donaron cerca de dos millones de dólares a los demócratas y a los republicanos.