AMLO: la violencia no era la salida contra fraude

Del Universal en lí­nea del 26 de marzo de 2007


Jorge Octavio Ochoa

Andrés Manuel López Obrador señaló que la violencia nunca habrí­a sido la salida para protestar por el fraude electoral del 2 de julio. Haber caí­do en esa "trampa" de la violencia, hubiera sido el pretexto para la represión, la intimidación y para "desatar el miedo", subrayó.

"Estarí­amos en todo ese ví­a crucis que significa la pérdida de vidas, las desapariciones, las cárceles, el ultraje a mujeres, la tortura y la violación a los derechos humanos y posiblemente tampoco estarí­amos aquí­", aclaró ante sus simpatizantes, que llenaron ayer el zócalo.

Sin embargo llamó a sus seguidores a estar listos para congregarse ahí­ nuevamente, "con carácter extraordinario", en el momento que se presente en el Congreso alguna iniciativa para reformar la Constitución con el fin de privatizar Pemex en cualquiera de sus modalidades, con el fin de tomar las medidas que sean "necesarias".

Igualmente los llamó a oponerse a todo intento de reforma fiscal que pretenda mantener los regí­menes fiscales especiales para las empresas a cambio de gravar con IVA alimentos y medicinas. "Serí­a una insolencia que permitiéramos una reforma fiscal que, para mantener estos privilegios, exprima aún más a las mayorí­as".

En esta segunda concentración se dieron cita algunos miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRD como Leonel Cota y Gerardo Fernández Noroña, así­ como Dolores Padierna, lideresa también de la Corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) y Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del DF, único funcionario de su rango que acudió.

Jesús Ortega, lí­der de la corriente Nueva Izquierda -una de las más crí­ticas con Andrés Manuel López Obrador-, permaneció todo el evento al fondo del templete y al término del acto recibió gritos de simpatizantes de Padierna: " ¡Chuchos, rateros, traidores, corruptos; se van a la fregada, se van a quedar solos!"

Durante su discurso, de aproximadamente 45 minutos, López Obrador arremetió nuevamente contra el gobierno de Felipe Calderón, y aseguró que éste prepara "otro golpe a la economí­a popular", con impuestos en medicinas y alimentos. "Este es un asunto que pone al descubierto el carácter perverso del actual regimen".

De esta forma, dijo que en 2004 las empresas pagaron de Impuesto Sobre la Renta 118 mil millones de pesos, mientras los asalariados contribuyeron con 182 mil millones; es decir, los trabajadores pagaron 64 mil millones más que todo el sector empresarial.

"Esto a pesar de que en ese mismo año, según cifras oficiales, las empresas recibieron 60% del ingreso nacional y los trabajadores apenas 30%. Los privilegios fiscales que se otorgan a los grandes monopolios, mediante regí­menes especiales, les reducen al mí­nimo el Impuesto Sobre la Renta".

Así­, ejemplificó que Cemex -una de las principales empresas cementeras de México y América Latina- tiene un margen de utilidad de 40%, pero sólo pagó 2.3% de impuestos sobre sus ventas en el 2004. Telmex, con un margen de utilidades de 50%, pagó de impuestos 8.9%.

También fustigó la reforma a la ley del ISSSTE; dijo que es "grotesco" que a Elba Esther Gordillo le haya entregado la SEP, la Loterí­a Nacional, parte de la seguridad pública federal y ahora el manejo de las pensiones de los trabajadores.

En su discurso justificó su movimiento y dijo que también hubiera sido "un error garrafal" quedarse sólo en el hecho de no aceptar el fraude y protestar pací­ficamente. "Hubiera sido un error retirarnos a nuestras casas y dejar tirado el movimiento".