En una lista de correo en la que participo, punto de encuentro para un grupo de cuates de hace muchos años, y de donde he sacado a más de un maestro a quien admirar, reproduzco (con autorización, claro, de los interlocutores) tres de mensajes enviados entre Juan Preciado y Zaravá, ilustrativos a mi ver del sentir general en estas últimas semanas, similares a argumentos e hilos discursivos que he visto ya demasiadas veces - pero expuestos con respeto y con ingenio.
Juan Preciado, 17 de julio, 13:06

>Que gobierne quien haya ganado, con la legitimidad que
>se merece.

Pues eso.
Porque en la final de México 86, antes de que comenzara el partido, me compré mi playera que decí­a "Alemania Campeón" y me aferré a ella por 4 años porque, para mí­, no hubo otro campeón que Alemania en esa final. Pese al marcador.
Cosa de que me cagó (ya ni hablar de desilusiones de chavo futbolero) que el mentado pibe de oro metiera ese gol contra Inglaterra con la mano.
Justicia divina: Alemania se coronó en Italia, pero el mal sabor de tener que aguantar 4 años un rey pedante no te lo quita nadie. Ni una camiseta apócrifa de "Alemania Campeón". Ni el agarrarte 20 años después con una chava argentina por insistir en defender la mano de Dios (pese a que ambos estábamos medianamente pedos, que conste).
Que cargue la copa quien haya ganado, con la legitimidad que se merece, pues.
Pero son cosas del fútbol (atención sobre la tilde porteña), claro. No de polí­tica.
Juan, con los tachones de frente.

Zaravá, 18 de julio, 13:26

Juan:
O estoy muy mensa, o ando escasa de sentido del humor, o simplemente no entiendo lo que estás queriendo decir (igual no estás queriendo decir nada) Los fármacos y la ironí­a no se llevan bien (Y conste que no estoy tomando Prozac). Trataré de explicar mi punto. Igual y me matan aquí­ por lo que voy a decir, pero es lo que pienso:
Creo que lo más preocupante es el problema de legitimidad y que el argumento tiene que ser ese para convencer a quienes se niegan al conteo voto por voto (quienes sospechosamente se niegan, si tú quieres, amparados en el posible "insulto público" que esto representa -argumento ya muy pendejo de por si).
Yo voté por una plataforma. Igual que todos aquí­. Si esa plataforma obtuvo la mayorí­a o no, es cuestión de contar votos. Si el nuevo grupo en el poder, y la silla en los pinoles, es de mayorí­a panista o perredista o prií­sta, eso debe decidirse por el sufragio. Es de eso de lo que tenemos que estar seguros. Las instituciones están, o deben estar, para dar certeza y estabilidad.
La certeza del conteo voto por voto nos garantizará que el camino de los últimos 12 años tiene sentido, que el gobierno ha sido decidido por los mexicanos, que tendremos el gobierno que nos merecemos, 'aunque' sea panista, 'aunque' sea prií­sta, 'aunque' ( ¿por qué no?) sea perredista , sinceramente creo que eso es lo de menos. Necesitamos como sociedad saber que hemos acabado de dar este pequeño paso hacia la democracia, hacer valer nuestros derechos, no en una necedad de "es que nosotros ganamos", como en un partido de fútbol (sic) sino en la certeza absoluta de que fue la decisión de la mayorí­a. Aunque esa mayorí­a sea de un voto (lo cual es una bestialidad, pero es parte del camino que tenemos que andar para construir nuestra democracia y agenda para la próxima legislatura). Lo otro, me parece, servirí­a para perder toda confianza en este camino, en las instituiciones, en el poder de la sociedad civil, y por lo tanto, serí­a darle los santos óleos a la muy incipiente democracia en este paí­s.
Creo, y no me tomes en cuenta, pero de verdad creo que si las cosas no se resuelven por la ví­a de las instituciones y la polí­tica (que para eso existe) que nuestro destino a 6 años es que el PRI se instale a gobernar fortalecido por sus contrincantes, como en aquello de que 'a rí­o revuelto, ganancia de pescadores'.
Eso pienso.
No me lapiden.
Besos
Zara

Juan Preciado, 18 de julio, 16:25

Yo la verdad es que no sé ni qué quise decir, pero lo que tú dices está muy bien dicho. Me parece, no obstante, que nuestro destino a 6 años, empezando por hoy mismo, va a ser de un ambiente de inconformidad imposible si no se esclarecen las cosas.
Hablando de futból: La inauguración del 86. Algo dijo De la Madrid al micrófono, pero nadie en el estadio se enteró de ni madres. Por la rechifla. Me acuerdo que en ese momento pensé, revuelto con tanta banda de tantos colores y de tantos paí­ses, si en todos lados le tendrí­an tanta tirria a la figura presidencial o sólo serí­a una sana tradición mexicana.
Como sea, ya empezamos. Otra vez. Y para Fecal pueden ser los peores 6 años de su vida. Hace rato ya le gritaron "Pinche marrano" en el Club de Periodistas un par de espontáneas. Y lo que venga.
No sé si el barril se está llenando de pólvora. La pinche Jesusa ya tomó el CCE, no sé si muy "civilizadamente". Y lo que venga.
Habrí­a que explicar con todo el peso de la semántica lo que significa "Resistencia Civil" para que no se confunda con "Ya tengo un pretexto para hacer mi desmadre". Y, además, darle un pretexto muy chido a las autoridades para montar su Atenco en toda la república. Y lo que venga.
Por lo que a mí­ respecta, Fecal metió gol con la mano cuando lanzó su campaña de miedo y entabló su pinche guerra sucia. Ya ni me importa si en verdad ganó en las urnas. Mi camiseta dice "AMLO campeón" y me la dejo puesta seis años, aunque el marcador sea otro.
Inconformidad, pues. Muy light, chance. Pero multiplí­cala por millones y lo menos que le espera al chaparro de los lentes es que le digan "Pinche marrano" en donde sea que se lo encuentren.
Y somos muchos.
Menos mal que no tiene un mundial que inaugurar.

Juan, esperando que no se adelante la revolufia que nos toca en el 2010, siguiendo otra sana tradición mexicana.