Hoy aparece una nota muy interesante en El Universal: Indaga PGJDF a Ahumada por autorí­a de atentado. Esta nota hace ver muy claramente el que Carlos Ahumada sabí­a de la balacera que sufrirí­a la camioneta con su esposa e hijos el pasado dí­a 6 de junio, mismo dí­a que el debate entre los candidatos a la presidencia - y, casualidades que nos trae la vida, el mismo dí­a en que prometí­a presentar más videos con evidencia de corrupción por parte de funcionarios del GDF.
Si como padre de familia -incluso como amigo, incluso simplemente como ser humano- me comunican que acaban de balear al coche donde iba gente a la que quiero, mi primer reacción serí­a preguntar, alarmado, cómo están. Fí­sica y psicológicamente. Si no puedo acudir a acompañarlos, por lo menos asegurarme que no estén solos, que haya alguien que los mantenga tranquilos. Pues no, el señor Ahumada se preocupó más por que nadie moviera la camioneta ni nada en la zona, especialmente que no tuvieran acceso a ella por parte de la Policí­a del DF, pues lo único que harí­an serí­a inventar algo para hundirlo.
¿En qué cabeza cabe? Por favor, ¿a alguien le queda la duda de que esta mala simulación de atentado fuera fabricado? En caso de que Cecilia Gurza y sus hijos no supieran al respecto, por lo menos nos queda claro que Ahumada está viendo muy negro (negro sobre fondo amarillo, con dibujito como de un sol) el resultado de la elección - y una vez más se prestó para hacer el trabajo sucio ante un candidato como Felipe Calderón.
¡Pero eso no es todo!
Ligada de esa misma nota viene otra en el mismo periódico, donde reproducen fragmentos de las conversaciones telefónicas de Carlos Ahumada (claro está, en FeCal nos interesa tu comodidad, por lo cual tenemos acá el audio de siete minutos de estas conversaciones). Dejando de lado el asunto del atentado, que con la información que de acá ligamos debe ser suficiente para sustentar lo ahora obvio, me concentro en el primer fragmento reproducido, donde Ahumada habla con quien parece ser un miembro del equipo de campaña de Felipe Calderón.
Antes de que levanten la mano preguntando de dónde obtuve esta información: Bueno, en caso de no ser miembro del equipo de campaña, es necesariamente alguien cercano. Alguien que, además de dar seguimiento a cuanta encuesta se le ponga enfrente, tiene información de las encuestas antes de que estas sean publicadas (ver la referencia que hace a la de GEA-ISA, y los un tanto nebulosos comentarios sobre las encuestas de Reforma y de Mitofsky).
Este fragmento de conversación no hace más que reforzar la nota que publicamos hace ya varios dí­as: Las encuestas electorales carecen de rigor, fundamento o credibilidad.
No me queda más que agradecer a Carlos Ahumada por demostrar, una vez más, que Felipe Calderón es un mentiroso.