Así vamos... Competitividad: ¡Qué desastre!
Submitted by gwolf on Vie, 09/29/2006 - 05:44
Reproduzco a continuación la columna de Juan Castaings Teillery, publicada el día 28 de septiembre en la versión impresa de El Financiero, como reacción a la publicación de los indicadores del World Economic Forum (WEF) que ubican a México en el lugar 58 a escala mundial - tras haber estado en el lugar 42 en 2001, y haber experimentado una caída libre durante el gobierno de Vicente Fox:
La competitividad es un elemento central para la vida económica de las naciones. No es fácil tener una medida adecuada de ella. Diferentes organismos han realizado diversos tipos de medidas. Una de las medidas más famosas e importantes es la realizada por el Foro Económico Mundial, la cual se dio a conocer el martes.
Para México el resultado fue mediocre, nos enocntramos en el lugar 58 en relación con el resto del mundo. Muchos periódicos destacaron la ligera mejoría, ya que el año pasado ocupábamos el lugar 59. El Financiero de ayer presenta mejor la noticia, al acentuar nuestras "Graves debilidades en competitividad". Dado que la competititvidad es quizás el factor económico más importante para una economía moderna, es necesario realizar una reflexión más profunda sobre este hecho esencial.
Lo que más resalta para el caso mexicano son dos hechos clave.
Primero, tener el lugar 58 en la competitividad mundial implica una mediocridad de realizaciones. Hoy día, en un sistema de rivalidades competititvas muy fuertes entre empresas y naciones, lo que cuenta no es la capacidad absoluta de hacer algo sino el cómo te sitúas frente a tus rivales-competidores; si te sitúas mal, estás frito. La rivalidad y competencia sólo beneficia a los punteros. El juego conduce a que "los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán"; es un juego en el que el ganador toma todo y al resto, cuando bien les va, únicamente les quedan migajas. Quien se encuentre en el lugar 58, está muy mal situadoen la competencia mundial. Las perspectivas de crecimiento sano para quien se encuentra en el sitio 58 no son nada favorables.
Segundo, cuando analizamos la evolución de la competitividad en el transcurso del sexenio actual, el resultado simplemente es catastrófico. En 2001, cuando la actual administración se iniciaba, ocupábamos el lugar 42, y desde ahí todo ha sido una caída libre. En 2002 pasamos al lugar 45; en 2003, al 47; en 2004, al 48. En 2005 la pérdida de competitividad fue impresionante, ya que dimos el brinco hasta el lugar 59. El único año del actual sexenio en que la economía ha tenido un crecimiento más o menos adecuado ha sido 2006, y así recuperamos una pizca para pasar al lugar 58. En total, en el sexenio perdimos 16 lugares. ¡Qué tragedia!
Nótese que ya todos los analistas señalan que en el cuarto trimestre de este año el crecimiento económico mexicano tiende a perder fuerza. Eso indica que en el sexenio, sólo se lograron dos y medio trimestres de crecimiento económio adecuado. Un fracaso absoluto, ya que se debe tomar en cuenta que nunca en la historia económica de nuestro país se había dispuesto de tantas divisas y que se desaprovechó increíblemente el elevado crecimiento de la economía de Estados Unidos y el impulso que esto significa para nuestro país. Se tuvieron las mejores condiciones para el crecimiento y para impulsar la producitividad y la competititvidad como nunca antes. El resultado fue inverso, lejos de ir para adelante caminamos hacia atrás. La mediocridad (casi inutilidad) presidencial y del gabinete la hemos pagado cara.
Es cierto que hay estabilidad macroeconómica, ¿cómo no habría de haberla si por petróleo y remesas entraron centanas de miles de millones de dólares?, pero el hecho real es que México está mucho más mal situado para salir adelante que hace seis años. La pérdida de 16 lugares en nuestra capacidad competitiva, cuando se contaba con todas las condiciones para mejorar al menos ocho o diez puesto, es un hecho de criminalidad económica contra todos los mexicanos.
Se ha aplicado una política neoliberal a rajatabla. Nuestros políticos sólo saben imitar (y aún eso lo hacen mal) a EU, pero no toman en cuenta que los cuatro primeros lugares en el índice de competititvidad son Suiza, Finlandia, Suecia y Dinamarca, que son países muy influídos por la socialdemocracia, con alta presencia del Estado, con Estado de bienestar importante, con impuestos elevados (cobran en impuestos más del 30 por ciento del PIB frente a México que no llega al 12 por ciento yy EU que ronda alrededor del 20 por ciento). Es decir, los países punteros aplican una política económica totalmente opuesta a la que aquí se nos implanta. Copiar sería absurdo, pero es necesario aprender de otras experiencias y usar la imaginación creativa para integrar hacia México el resultado de lo aprendido adaptándolo a nuestra realidad social y cultural. Nada de esto se vio en la campaña del señor Calderón.
El transplante de las políticas neoliberales de EU a México ha sido desastrozo.
Estos resultados nos sitúan decididamente en el tercer mundo, muy por debajo de países que tendemos a tomar por irrelevantes - Nuestros países vecinos hacia arriba son Panamá (57), Kazakhstan (56), Mauricio (55), China (54), Costa Rica (53), Jordania (52), Croacia (51) e Indonesia (50).
E insisto: Lo bueno es que decidimos (lean esta tautología como quieran - Tal vez sería más adecuado decir "el gobierno y los grupos de poder, a través de un innegable fradude, decidió") cambiar de jinete, y no de caballo.
