
Sexenio de Fox incumple promesas y deja corruptelas como legado
Submitted by gwolf on Vie, 11/03/2006 - 14:29
Sí, sé que echarle más leña a la ineptitud de Fox se antoja un ejercicio innecesario, ahora que está más que demostrado que los seis años que mayor cambio prometían en la historia reciente de nuestro país fueron vil y abosolutamente desperdiciados... Pero no quiero dejar de citarles la nota «Sexenio de Fox incumple promesas y deja corruptelas como legado », publicada hoy por El Financiero, un periódico que puede ser tachado de todo excepto de tendencias izquierdistas y antiempresariales:
José Reveles, Viernes, 3 de noviembre de 2006
- La rendición de cuentas y la transparencia quedaron en lo anecdótico.
- La corrupción sigue siendo el aceite que mueve al país.
- Ninguna institución parece ocuparse de indagar a fondo.
Vicente Fox Quesada ganó la presidencia de la República en 2000, con la divisa de la anticorrupción; llegó al poder con el bono ciudadano a favor del cambio democrático; inició su gobierno con la esperanza a cuestas de que por fin la inseguridad sería desterrada de las calles y de los hogares.Echar al PRI de Los Pinos era su logro mayor en el imaginario popular.
Seis años después, el saldo no puede ser más decepcionante. La corrupción sigue siendo el aceite que mueve al país. La rendición de cuentas y la transparencia, principales banderas del sexenio, quedaron hechas girones en lo anecdótico. Se hicieron riquezas de la noche a la mañana, y ninguna institución parece ocuparse de indagar a fondo.
Por lo que toca a corruptelas, siguió su rampante invasión en todas las esferas, comenzando por casa y familia presidencial: hay gastos aún sin comprobar de Fox y su equipo de transición; adjudicación directa del contrato para erigir las Cabañas 1 y 2 y remodelar la residencia de Los Pinos a un amigo (diciembre de 2000).
Después, denuncias de tráfico de influencias y negocios de los hermanos Manuel y Jorge Bribiesca Sahagún, de "Vicentillo" Fox de la Concha y del hermano incómodo Juan Pablo Fox Quesada, por citar algunos ejemplos de familia.
La corrupción ha invadido los ámbitos de bienes rematados por el IPAB, los ingresos aduanales, las filas policiacas en complicidad con la delincuencia organizada, las paraestatales Pemex y CFE, los programas sociales de que tanto se vanaglorió esta administración (hay cerca de 200 organizaciones fantasma, simples fachadas, que recibieron miles de millones para padrones de beneficiarios igualmente falsos).
Incluso la flota de helicópteros y aviones de la PGR, con aproximadamente 160 aeronaves, está paralizada en un 75 por ciento por falta de refacciones, cuya compra sí fue presupuestada pero no aplicada correctamente. Cuarenta aparatos y sus pilotos hacen lo que pueden, y por ello las persecuciones aéreas y la erradicación descendieron drásticamente en el año que terminó, según los anexos del más reciente informe presidencial.
En su último año, el gobierno de la alternancia utilizó todo el poder del Estado para impedir que se diera una nueva alternancia, mediante recursos públicos sin límite para programas sociales y coacción del voto (dinero a chequeras de políticos panistas, padrones y organizaciones fantasmas para recibir miles de millones).
Y el Ejecutivo no tiene quién lo audite. Se supone que el Partido Revolucionario Institucional ya no habita la residencia presidencial, pero cogobierna de facto aun habiendo sido relegado a la tercera fuerza electoral desde julio de 2006, lo cual hará difícil llamar a cuentas a represores y corruptos.
Para cerrar el círculo, con una "ayudadita" de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, multimillonarios desvíos mediante fideicomisos y empresas "particulares" creadas con dineros públicos, no pueden ser ya auditados por el Congreso de la Unión.
Ni por dónde comenzar. Pero he aquí algunos ejemplos relevantes de corruptelas, lastre no escrito pero muy actuante de sucesivos gobiernos, en el que sí se observó continuidad (con todo y cambio de partido en el poder) y hasta superación en métodos, frecuencia y cantidades en el sexenio que agoniza.