No son pocos los medios que han denunciado a últimas semanas que el programa Oportunidades de SEDESOL, que Josefina Vázquez Mota dirigió hasta que su amigo Felipe Calderón la llamó a dirigir su campaña. Un par de ejemplos:

• Milenio: Denuncia el PRD a Josefina Vázquez Mota y legisladores del PAN por desví­o de fondos
• El Sol de León: El PAN usa Oportunidades para jalar votos
• La Jornada: El padrón de Oportunidades, al servicio de Felipe Calderón
• La Crónica: El PAN hace campaña con Oportunidades
• Diario de México: Benefician con programa Oportunidades al PAN
• El Universal: Ven uso electoral de Oportunidades
• Proceso: (Nota completa)

No son pocos medios, ni se nos puede acusar de sólo buscar en sitios tendenciosos. Lo que es más, la acusación es tan común que la reproducen hasta en las transcripciones de entrevistas y boletines de prensa de la misma SEDESOL, intentando excusarse para lograr taparlas. Por ejemplo, tenemos la entrevista que realiza Carmen Aristegui a Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador nacional del Programa Oportunidades, en que califica de perfectamente normal que al menos 13 de los coordinadores estatales de Oportunidades tengan cargos administrativos en el PAN.
El dí­a de hoy aparece una larga nota más que se agrega a todas estas denuncias: Menciona La Jornada que Presionan en Sinaloa a beneficiarios de Oportunidades para que voten por AN. ¿Por qué destaco a esta nota entre todas las demás? Porque resume el comportamiento poco ético que roza en lo ilegal del PAN.
Como menciona la entrevista hecha hace tres meses a Rogelio Gómez, serí­a muy difí­cil desviar o manipular los recursos destinados al programa, dado que está muy bien vigilado. Esto es, el dinero que toca a cada familia es bastante creí­ble que sí­ llega a su destino. El problema está en el cómo, y en todo lo que lo rodea.
Tenemos casos de amenazas, donde la población beneficiaria es advertida de que dejarán de recibir los apoyos en caso de no ganar FeCal (e incluso si votan por otro candidato). Tenemos que la imagen de los diversos sub-programas de Oportunidades se mimetizan con la campaña de Calderón, creando una fuerte liga en sus beneficiarios entre lo uno y lo otro. Los recursos son a veces gestionados y entregados por asociaciones civiles que simpatizan con Calderón en vez de ser manejadas por los ayuntamientos. Incluso hay reportes de población a la que se le exige no participar como funcionarios de casilla, pues de lo contrario "estarí­a en riesgo la permanencia del Oportunidades".
Con todo este comportamiento paralegal, nuevamente me salta la duda: ¿Habrá aún quien crea en las mitológicas manos limpias de Felipe Calderón?