¿Terror a los manifestantes?

El gobierno parece estar aterrorizado ante las voces crí­ticas, por pequeñas e insignificantes que estas sean. Hemos reseñado en este espacio a diferentes ejemplos de la desproporción de la respuesta represora, del cerco mediático que se impone a lo que no conviene al régimen... Y cada vez nos acercamos más a las imágenes clásicas -muy acorde al tema de la semana, a la muete del ex-dictador chileno- de los gobiernos golpistas sudamericanos de los años 70 y 80. ¿Suena exagerado? ¿Cómo más podrí­a reseñar la nota que encuentro en La Jornada, Cuidan a 40 manifestantes con 300 policí­as? La reproduzco a continuación.

Exigen a Gobernación libertad para presos polí­ticos
Cuidan a 40 manifestantes con 300 policí­as
ALMA E. MUÑOZ
El Ejecutivo Federal ayer hizo alarde de la fuerza del Estado, al establecer un cerco de seguridad en los alrededores de la Secretarí­a de Gobernación, desplegando al menos 300 policí­as federales y capitalinos para cortar el paso a 40 manifestantes que exigieron la libertad de los presos polí­ticos, sobre todo de Oaxaca.

La mayorí­a eran estudiantes universitarios que, agrupados en colectivos como el Frente de Apoyo a los Pueblos de Oaxaca, exigieron un alto a la represión en ese estado y la salida de Ulises Ruiz como gobernador de la entidad.

Sin embargo, su pretensión para llegar a una puerta de la dependencia que tiene a su cargo Francisco Ramí­rez Acuña se vio truncada cuando arribaban por Bucareli y ni siquiera pudieron llegar al Reloj Chino, a escasos metros de la secretarí­a.

Decenas de granaderos se desplegaron a la altura de General Prim, Bucareli y a un costado de Atenas, calle que por cierto se vio saturada por el arribo de camiones que transportaron a los elementos de seguridad ­al menos tres para capitalinos y 11 para granaderos ­. Se sumaron al cerco policí­as federales preventivos, algunos de los cuales portaban lanzagases; en cada punto se colocaron vallas metálicas.

Los simpatizantes con la causa de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca colgaron en esas vallas mantas donde se leí­a: " ¡Cuántos muertos más necesitan para que caiga el tirano, asesino Ulises Ruiz!", " ¡Libertad a los presos polí­ticos!", y en otra dibujaron a dos elementos de seguridad federal golpeando a un niño, que postrado a sus pies, tení­a la cabeza ensangrentada.

La manifestación duró poco más de una hora. Se inició después de las 4 de la tarde, apenas minutos antes de que arribaran los cuerpos policiacos a las inmediaciones de Gobernación, para instalar rápidamente sus retenes.

Todos se retiraron del lugar, tras aventar a una parte de los policí­as que cercaron las inmediaciones de Gobernación globos con agua y pintura, para simular, dijeron, "el color de la sangre", producto de la represión y tortura que "ejerce" el Estado.