
Libros: "El país que Fox nos deja", Adolfo Sánchez Rebolledo
Submitted by gwolf on Mar, 12/19/2006 - 19:12
Escuché en la emisión del lunes 18 de diciembre de Plaza Pública, del excelente periodista Miguel Ángel Granados Chapa, la recomendación del libro El país que Fox nos deja, coordinado por el periodista y analista Adolfo Sánchez Rebolledo. En su programa (no transmitido en vivo, supongo que por ser el primero del periodo vacacional de la UNAM), Granados Chapa leyó la introducción completa. El libro se antoja interesantísimo, con participación de Ricardo Becerra, Rolando Cordera, Lorenzo Córdova Vianello, Ernesto López Portillo, Ciro Murayama, Federico Novelo, Jacqueline Peschard, Raúl Trejo Delarbre y José Woldenberg. Reproduzco a continuación la editorial publicada respecto a la publicación de este libro por Teresa Gurza el pasado 14 de noviembre, en el periódico Novedades de Quintana Roo.
Opiniones
El país que Fox nos deja
Por: TERESA GURZA
Publicado el: 2006-11-14Como se sabe, estamos en los últimos días del gobierno de Vicente Fox, y son momentos de balances y recuentos.
Eso es precisamente, lo que hace el libro El país que Fox nos deja, excelentemente compilado por Adolfo Sánchez Rebolledo, mi querido amigo Fito, quien modestamente se autodefine como viejo trabajador editorial.
Pero los balances y los recuentos no son favorables al gobierno que está por terminar; porque como dice Fito en el texto que escribió para la presentación del libro: "Fox recibió un país marcado por el entusiasmo democrático, pero deja un país con grandes problemas; un país más dividido y polarizado que nunca; un país enfrentado a una situación que si no cambian pronto las cosas, podría transformarse en una grave crisis política".
Bastaría con este párrafo para que a uno se le antoje leer este libro, que seguramente se convertirá en documento imprescindible sobre el sexenio foxista; y que es resultado de la colaboración entre el grupo editorial colombiano Norma y el Instituto de Estudios de la Transición Democrática, asociación civil que desde 1989 está dedicada a promover en México, el pensamiento democrático y la búsqueda de una sociedad menos desigual e injusta.
El libro examina la actualidad, con el rigor y la seriedad que tanta falta nos hacen, a través de análisis sobre temas económicos, electorales, políticos y sociales, que hicieron intelectuales de la talla de Ricardo Becerra, Rolando Cordera, Lorenzo Córdova Vianello, Ernesto López Portillo, Ciro Murayama, Federico Novelo, Jacqueline Peschard, Raúl Trejo Delarbre, y José Woldenberg; todos brillantes y lúcidos analistas, miembros del IETD, que mucho han aportado al conocimiento y a la transformación de México.
El país que Fox nos deja, ya está a la venta; y será seguramente éxito de librerías, porque como dice Fito, está dirigido a un público ávido de pasar del escándalo informativo a la reflexión serena y matizada de los hechos.
Trata del país y no de las aventuras del presidente Fox; y se ocupa de la alternancia del poder "que -explica Fito- ya se comienza a relatar con la autocomplacencia de quiénes no se percatan de que 'el rey sigue desnudo'; y que está despidiéndose entre los temores, la incertidumbre y el franco escepticismo, hasta de sus propios herederos políticos".
Más que un listado de aciertos y errores acumulados en estos años, el libro es una mirada crítica y plural, sobre la actuación del primer presidente surgido de la oposición al régimen del PRI.
Mirada, que obligatoriamente se posa en algunos de los asuntos que Fox anunció que resolvería, pero que deja pendientes, como son: el vínculo entre los medios y la política; la actitud del Estado ante el crecimiento exponencial del delito; las disonancias registradas en la difícil relación entre el Congreso y el Legislativo; y la valoración del Estado de Derecho en un contexto de cambios democráticos.
Repasa también los procesos electorales que marcaron la distribución del poder hasta los comicios de 2006; la situación general de la economía, destacando el hecho de que los logros que tanto se magnifican desde el gobierno no tienen mucho que ver con la cotidiana experiencia de los mexicanos.
Revisa, así mismo, lo que ha significado el Tratado de Libre Comercio, cuyo agotamiento se olvida al definir el rumbo de México en la globalización; y la cuestión social, generalmente subestimada en el balance del cambio político y sus inmediatas perspectivas.
Las explicaciones sobre el fracaso de un gobierno que tantas expectativas había creado, son atribuidas a ciertos rasgos de la personalidad política del mandatario, como su desconocimiento de la historia mexicana y un cierto desprecio a buscar caminos menos ortodoxos. Pero sobre todo, a la carencia de un proyecto viable y razonablemente fundado, para realizar los cambios que ya en el año 2000, al ser electo Fox, se antojaban imprescindibles, y que jamás llegaron.
Y no se hicieron, porque la presidencia abandonó el quehacer político y dejó a su suerte las principales reformas; y porque no supo crear el clima de alianzas y convergencias al que estaba obligado, dada su debilidad relativa en el Congreso.
Y lo peor es queel mismo presidente que había prometido la gran reforma política democrática, intentó después justificar la parálisis oficial, diciendo que la reforma era innecesaria; con el grave perjuicio a la sociedad que esto supone.
Por eso, dice Fito, ha llegado la hora de preguntarnos con racionalidad, cuál es la democracia que queremos edificar en un país como el nuestro, tan brutalmente desigual en todos los aspectos.
Se responde, y nos responde, que la democracia sobrevivirá, si a las elecciones no se les colocan trampas como el desafuero y otras acciones que marcaron negativamente la sucesión presidencial.
Y advierte que "si de verdad queremos alejar la violencia del horizonte inmediato de México, resulta imperioso rectificar el rumbo del país, haciendo la tarea que Fox dejó pendiente, y pensar más en las necesidades reales de millones de ciudadanos que ya no creen en promesas".