Posiblemente lo hicieron de manera que pudieran justificarse diciendo que era broma por el dí­a de los Santos Inocentes... El dí­a de ayer, las diferentes fracciones que integran a la ALDF decidieron -por el siempre socorrido y democrático método del sorteo, dado que es imposible plantear acuerdos en asuntos tan delicados como éste- el repartirse 20 autos Tsuru entre los siempre austeros asambleí­stas. Cito de La Jornada:

La fracción del sol azteca se queda con 10; lí­deres se adjudican dos y rifan ocho
En el Dí­a de los Inocentes, diputados austeros se asignan 20 autos nuevos
Les provoca dilema el método de distribución y recurren a la fórmula del sorteo
Desde octubre pasado se aprobaron una bolsa de $2 millones para su adquisición
RAUL LLANOS , GABRIELA ROMERO
Los diputados Cristóbal Ramí­rez Piña e Hipólito Bravo López esperaban ayer a que se reanudara la sesión de la ALDF, luego de que las comisiones unidas de Hacienda y de Presupuesto y Cuenta Pública decretaron un receso para continuar con la discusión sobre el dictamen del Código Financiero del Distrito Federal para 2007

En plena época de festejos y regalos de fin de año, los diputados locales del PRD no quisieron quedarse atrás y hoy, en reunión privada, rifaron entre ellos diez vehí­culos, ocho de ellos nuevos, que forman parte de un lote de 20 unidades que compraron con valor de 2 millones de pesos, con cargo al erario.

El primer escollo que tuvo que librar el grupo parlamentario del sol azteca fue el criterio mediante el cual se entregarí­an los automóviles y, para variar, no llegaron a acuerdos, por lo que decidieron aplicar la tradicional fórmula de la rifa.

Los que no tuvieron que lidiar con su suerte fueron Ví­ctor Hugo Cí­rigo y Agustí­n Guerrero, presidente y secretario de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), respectivamente, quienes "en automático" recibieron un Tsuru 2007.

Desde octubre pasado, los integrantes de la Comisión de Gobierno ­en la que están representadas todas las fracciones de la ALDF ­ aprobaron una bolsa de 2 millones de pesos para adquirir esos 20 nuevos carros y distribuirlos de manera proporcional entre las bancadas de PRD, PAN, PRI, PVEM, Panal y Coalición Socialdemócrata.

Por decisión de esa misma comisión, la mitad de Tsurus nuevos serí­a para los perredistas, y el resto para la oposición y las áreas administrativas.

De los 10 autos nuevos que el PRD se asignó, dos tení­an ya nombre y apellido: Cí­rigo y Guerrero, quienes a su vez debieron entregar los autos usados que desde el principio de esta legislatura tení­an para su uso, y se sumaron al lote de los ocho nuevos.

En el contexto de la rifa efectuada ayer en el Salón Heberto Castillo del recinto legislativo de Donceles y Allende, los diputados del PRD estuvieron de acuerdo en que se hicieran 34 papelitos, se numeraran y se introdujeran en una caja, para que los primeros ocho legisladores se llevaran un auto nuevo, y a los dos restantes se les adjudicara las unidades usadas.

Los que estrenan vehí­culo para sus actividades legislativas son: Nazario Norberto Sánchez, Daniel Salazar, Leticia Quezada, Arturo Santana, Esthela Damián, Mauricio Toledo, Isaí­as Villa y Cristóbal Ramí­rez.

A Antonio Lima y Juan Bustos les tocaron los autos que regresaron Cí­rigo y Guerrero.

De acuerdo con Antonio Lima, también presidente del Comité de Administración, esas unidades son propiedad de la ALDF, pero los diputados las tendrán bajo su resguardo y tendrán que darles el uso más conveniente para sus tareas legislativas.

Por lo que hace a los otros vehí­culos, PRI, Panal, PVEM y la coalición recibirán uno de los Tsurus nuevos, y en el caso del PAN, su coordinador parlamentario, Miguel Hernández Labastida, aseguró que ellos declinaron recibir alguna de esas unidades recién adquiridas y, por el contrario, se las cedí­an a las fracciones minoritarias.

Al menos otros tres vehí­culos se darán a las áreas administrativas de la ALDF y estará por definirse el destino de las otras tres restantes.

Daniel Salazar, del PRD, y uno de los afortunados con unidad nueva, manifestó que utilizará el Tsuru 2007 para recorrer las calles y colonias que integran el distrito por el cual fue electo.

Otros perredistas pretendieron deslindarse de la entrega del carro y a pesar de que estuvieron presentes en la rifa, dijeron que no habí­an recibido nada y que todo era parte del Dí­a de los Inocentes.

Si bien para algunos cargos sí­ es justificable el que un funcionario público reciba un auto, y si bien aplaudo el que al menos tuvieran la decencia de regalarse autos de lí­nea económica, dudo que alguien pueda sustentar que un legislador local requiera de un auto -propiedad del gobierno local- para cumplir su tarea. En esta ocasión, y aún si es únicamente por cumplir con su obligado papel de oposición, aplaudo a la decisión de la fracción panista de no participar en este ridí­culo reparto. Justificaciones torpes y ridí­culas como la que cito de Daniel Salazar no hacen más que apuntalar mi apreciación.