La crisis de la tortilla: ¿Maquinada por el poder?

El maiz comienza a despedir un hedor que nos hace advertir la oculta mano de Fecal. Hay demasiadas cosas raras en este fenómeno, el más grotesco del conjunto de aumentos que nos devolvieron de cachetada al fenómeno de la cuesta de enero. Claro... Era de esperarse - Recuerden que cambiamos de jinete, no de caballo. ¿Qué me hace aventar semejante acusación?
Cuando comenzó a sonar el aumento del maiz, nuestro presidente de facto Felipe Calderón atinó a hacer lo de siempre: Quedarse callado, no actuar. Después de unos dí­as de escalada de precios, y sin explicar su razonar, en vez de tomar acciones contra los especuladores ( ¡Madre mí­a! ¿Contradecir a las infalibles fuerzas del mercado?) y sin mencionar siquiera la posibilidad de dirigir apoyos al campo para aumentar la viabilidad de nuestro campo, cual mago se sacó de la manga (que, al igual que la casaca militar que demostró no saber vestir y un puesto para el cual no está calificado) una solución inmediata para que las pobres amas de casa se puedan secar las lágrimas que les provoca el encarecimiento - Cito textual a el presidente de facto: (...) Porque no me importa que lo traigan desde miles de kilómetros, que eso no sea un argumento para elevar los precios.
¿Qué hay detrás estas intenciones, aparentemente tan nobles y claras? Muy sencillo: El año entrante se vence el plazo para la apertura total para el maí­z, frijol, caña de azúcar y leche en el TLC. ¡Curioso! La leche subió de precio hace un par de meses, como una de las últimas metidas de pata de Fox... Este plazo fue fijado desde la entrada en vigor del TLC hace ya dos sexenios supuestamente para dar oportunidad al campo mexicano de avanzar tecnológicamente y llegar, si no claramente a una igualdad de condiciones, a un nivel en que le fuera posible competir. Claro está, el gobierno americano no se quedó cruzado de brazos desde 1994, y siguió invirtiendo en su campo - No es de sorprender el que hoy en dí­a nos lleva una ventaja mucho mayor que hace 13 años. La apertura de las fronteras a la importación del maí­z ha llevado a muchos a exigir una renegociación de este y otro capí­tulos del tratado. ¿Dónde está lo maquiavélico de la declaración del Presidente de los Empresarios? En que, al exigir -de manera expedita y supuestamente por el supremo interés del pueblo pobre- que se abra la importación de emergencia de decenas o cientos de miles de toneladas de maí­z, y permitir la importación del maiz -tan de facto como su misma presidencia- se intenta ahorrar el debate.
Les dejo un par de ligas que dan fundamento a lo que aquí­ mencionamos:

En estos últimos dí­as ha surgido una tremenda cantidad de información al respecto - Ojalá, por lo menos, esta crisis cause un incremento, no sólo en los precios sino que en nuestras conciencias y en nuestra participación como ciudadanos.