Seguramente más de uno de nuestros lectores habrá leí­do el famoso libro 1984, de George Orwell. Recordarán la ovación multitudinaria cuando el Gran Hermano (sí­, el Big Brother original, antes de que Endemol corrompiera su imagen a través de basura televisiva) decretó que la porción individual de chocolate aumentarí­a de 30 a 20 gramos, dándonos una clara muestra del doblepensamiento. Así­ debemos sentirnos, pues, cien millones de mexicanos: ¡Gracias, Felipe, que por tu divina intervención podemos gozar ahora de la tortilla a sólo $8.50 el kilo, siendo que hace un par de semanas estaba a los insufribles $5!
Pero, claro, ahí­ no termina la historia: Las principales cadenas de supermercados, aprovechando su posición privilegiada y sus insondeablemente profundos bolsillos, prometen que (aunque por tiempo limitado) seguirán dando un precio prácticamente de subsidio, de entre 5 y 6 pesos - Eso si tenemos la magna suerte de encontrar tortillas en el super. Pero no importa - La carnada está puesta, y ya que fui a buscar tortillas (que no hay), ¿por qué no salir con pan, queso, huevo, carne, y un largo etcétera? ¡Ah, lo olvidaba! Es que no me alcanza el dinero. Bueno, será por eso que Foxilandia Reloaded no es para mí­. Ni hablar, una semejanza más con 1984: Siendo pueblo llano, oficialmente no existimos.
Y ni siquiera agregando esta desgracia podemos dar la historia por cerrada: Dice nuestro querido espurio que la tortilla la encontraremos a $8.50 el kilo, pero como las Fuerzas del Mercado (esa mano invisible, pues) son perfectas e incorruptibles. El siquiera mencionar la frase control de precios está penado en las oficinas gubernamentales - ¡no vaya a ser que el programa económico dé tintes de mesianismo lopezobradorista! No, nada de eso - Los vendedores tienen que bajar el precio por propia iniciativa, el mercado no debe ser presionado, la iniciativa privada es sagrada.
En fin, cierro este texto citando la nota que publica hoy Alma Muñoz en La Jornada: Más de medio paí­s no asume el pacto: Gobernación.

Afirma que en 11 entidades no se han presentado problemas de sobreprecio
Más de medio paí­s no asume el pacto: Gobernación
ALMA E. MUÑOZ
El gobierno federal admitió que hasta ayer 11 entidades federativas se adhirieron al Acuerdo para Estabilizar el Precio de la Tortilla, con lo cual reconoció que la mitad del paí­s aún no acata la instrucción presidencial para buscar que el kilo del producto se ubique en 8.50 pesos.

La Secretarí­a de Gobernación (SG) argumentó, al dar a conocer este informe, que las entidades fuera del mecanismo signado por el presidente Felipe Calderón, los sectores productivos, las empresas vinculadas a la cadena productiva y las organizaciones de productores agrí­colas informaron que aún no se suman porque "no han registrado al momento, sobreprecio en la venta de la tortilla".

Enfatizó que aunque la zona centro de Chiapas ya se adhirió al pacto, se espera que el estado en su totalidad lo haga entre hoy y mañana, al igual que la zona sur del paí­s, aunque obvió mencionar la reticencia de algunos, como los molineros de Chetumal, Quintana Roo, de acatar el compromiso, y expenden el kilo del producto en 10 pesos.

En un comunicado, la dependencia dijo que se sumaron al acuerdo de proteger el abasto de maí­z y tortilla a "un precio de venta al público estable y accesible en todo el paí­s: Chihuahua, Colima, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz, además del Distrito Federal".

En el resto de las entidades, aseguró, "las autoridades locales mantienen contacto permanente con los sectores productivos de la cadena maí­z-tortilla, a fin de construir los mecanismos necesarios para estabilizar el precio de este producto y, con ello, sumarse al acuerdo".

Los que, asegura, no han registrado sobreprecio en la venta de la tortilla son: Durango, estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí­, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas.

Finalmente, la SG indicó que el gobierno federal "reitera su compromiso para proteger la economí­a de las familias mexicanas, en especial de las comunidades y regiones que más lo necesitan".

El presidente Calderón ha admitido que tomará tiempo estabilizar el costo de la tortilla, que en algunas zonas llegó a estar en 15.50 pesos el kilo. Desde la segunda semana de enero, ordenó a miembros de su gabinete a instrumentar medidas para amortiguar el alza en los precios y la especulación en productos básicos, a partir de ese incremento. "No me importa que lo traigan desde miles de kilómetros, lo importante es que ese no sea argumento para elevarle los precios a la gente", instruyó.

Pese a sus instrucciones, el gobierno federal aún no logra generalizar la estabilización del precio en 8.50 pesos. La Procuradurí­a Federal del Consumidor, tres dí­as después de haberse firmado el acuerdo, divulgó que el kilo de la tortilla se vendió a más de 8.50 pesos en 52.75 por ciento de 671 tortillerí­as inspeccionadas entre el jueves y viernes previos, y el porcentaje se elevaba a 61.77 puntos al excluir las tortillerí­as de la ciudad de México.