Recojo esta corta nota del portal Lupa Ciudadana:

El conclave perredista, una arena
Leonel Cota reanudó ayer el octavo pleno ordinario del Consejo Nacional del PRD con un mensaje fuera del orden del dí­a. Trató de apagar ánimos con su propuesta de desechar la candidatura a gobernadora de Yucatán de la ex panista Ana Rosa Payán Cervera, y con su petición de respeto a sus facultades como vocero del partido. Esto fue insuficiente. Como se esperaba, el cónclave perredista sirvió como arena, donde las tribus enfocaron sus baterí­as, con principal blanco en el propio presidente del PRD. El embate se dio por haberlos presionado primero a aceptar la candidatura de Ana Rosa Payán, y después, tras el enfrentamiento de la ex panista con Andrés Manuel López Obrador, dar un golpe de timón y desechar la posibilidad (fuente: Milenio).

11-Febrero-2007
El cónclave perredista sirvió como arena, donde las tribus enfocaron sus baterí­as, con principal blanco en el propio presidente del PRD (foto: Notimex).

Leonel Cota reanudó ayer el octavo pleno ordinario del Consejo Nacional del PRD con un mensaje fuera del orden del dí­a. Trató de apagar ánimos con su propuesta de desechar la candidatura a gobernadora de Yucatán de la ex panista Ana Rosa Payán Cervera, y con su petición de respeto a sus facultades como vocero del partido. Esto fue insuficiente. Como se esperaba, el cónclave perredista sirvió como arena, donde las tribus enfocaron sus baterí­as, con principal blanco en el propio presidente del PRD. El embate se dio por haberlos presionado primero a aceptar la candidatura de Ana Rosa Payán, y después, tras el enfrentamiento de la ex panista con Andrés Manuel López Obrador, dar un golpe de timón y desechar la posibilidad (fuente: Milenio).

Como ya lo comentó ayer aquí­ Juan Maltiempo, las tradicionales incongruencias del PRD nos tienen hartos a muchos de sus votantes. Tal como lo exponemos en la presentación de fecal.org.mx (aún en el contexto pre-electoral), No creemos, sin embargo, que el PRD (o que el mismo López Obrador) represente a la izquierda que queremos, al progresismo, a la tolerancia, a la igualdad y a la socialdemocracia. Es un partido (y un lí­der) con una gran cantidad de peros y de contradicciones, sin embargo, en el contexto claro de estas elecciones, su propuesta es la más positiva para nuestro paí­s.
En el reducido cí­rculo de amigos que forma el H. Consejo Editorial de fecal.org.mx habemos personas con opiniones diversas, sin embargo, creo que nos represento a todos al hablar de cierta desesperanza: Hoy en dí­a, es necesario basarse en una opción polí­tica dentro del ámbito legal y constitucional si esperamos cambios reales en la situación global de nuestro paí­s. El EZLN, por poner un ejemplo de un movimiento que se sale de este ámbito, y sus movimientos hermanos son grupos con los que personalmente simpatizo, y espero que tengan a futuro impacto en nuestra triste clase polí­tica; sin embargo, requerimos impulsar la polí­tica formal para reconocer e incorporar sus propuestas.
No niego los avances que los partidos que se identifican con la izquierda (PRD, PT, Convergencia, y démosle incluso el beneficio de la duda, Alternativa) son importantes, aunque lentos e insuficientes. Sin embargo, el mantener una postura ante la polí­tica tan pragmática, tan mezquina como lo que observamos en el caso de Yucatán (y hemos visto una y otra vez, por ejemplo, en Chiapas, Nayarit o Tlaxcala), buscar aliarse con su enemigo natural, un personaje que representa justamente aquello que buscan vencer, sólo para apuntarse una palomita en la lista de estados que semigobernamos (semi pues nadie va a decir que el gobierno chiapaneco es muy afí­n al PRD, ni que el que podrí­a haber surgido en Yucatán resultara algo menos que panismo con leví­simos retoques) no hace más que llevar a los simpatizantes del PRD a cuestionarnos nuestra simpatí­a - Y al resto de la sociedad, a mantenerse tan a distancia como sea posible de un grupo que obviamente sólo se interesa por su cuota de poder.
¡Congruencia, por favor! Lo que necesitamos los izquierdistas en México es un polo que nos llame, que nos mantenga organizados, que genere simpatí­a y que proyecte responsabilidad - no un grupo infantil de burócratas obsesionados por mantener los pedacitos de osamenta que un fraude no les pudo arrebatar. El paí­s sigue avanzando, la polí­tica es necesaria también en épocas no electorales. ¡No echen al movimiento por la borda!