Lo que ha pasado a raiz del ataque colombiano a un campamento de las FARC, hace ya tantas semanas que -según la tradición política de nuestro país- debería haberse sepultado en el olvido, no deja de indignar. Indignar por la estupidez y desfachatez de los actores, claro está.

Una de tantas cosas que desencadeno este modesto esfuerzo por ayudar a darle un equilibrio en la campaña electoral del 2006, fue el eso desmedido de los medios de comunicación por parte de la presidencia, el PAN y Consejo Coordinador Empresarial.

No contentos con el linchamiento mediático por la toma de la tribuna, por parte del Frente Amplio Progresista, para impedir un arrebato legislativo que aprobara las modificaciones a la ley de privatización de PEMEX, el día de ayer salió en cadena nacional un deplorable comercial en que alertan de que la democracia se encuentra en peligro.